¿Se puede vivir sin hígado? Aquí tienes la respuesta

¿Se puede vivir sin hígado? Aquí tienes la respuesta

El hígado es un órgano fundamental en el organismo y el de mayor tamaño en nuestro cuerpo. Cuando hablamos de un mal funcionamiento en el hígado normalmente lo asociamos a la absorción del alcohol. Sin embargo, este órgano tiene otras muchas funciones que lo hacen imprescindible en el organismo, por lo que si no funciona correctamente puede traernos muchos problemas. Te preguntarás, entonces, qué pasa si tienes alguna enfermedad del hígado como la cirrosis, ¿se puede vivir sin hígado? La verdad es que no, no se puede vivir sin hígado, por lo que si el hígado está dañado habría que trasplantarlo.

Por eso es muy importante cuidar de él, aunque no lo oigamos tan a menudo. En este artículo de unCOMO te contamos por qué no se puede vivir sin hígado y cómo puedes cuidar de este órgano tan preciado.

Funciones del hígado

El hígado no sólo es el encargado de la producción de bilis, como todos pensamos, sino que sus funciones son numerosas y muy importantes para el organismo. Es el encargado de producir proteínas, almacenar azúcar, vitaminas y minerales que pone en circulación cuando el organismo los necesita.

También elimina toxinas que filtra de la sangre, regula el equilibrio de sal en el cuerpo y retiene cualquier exceso de sangre que pueda afectar la actividad cardíaca. Sin olvidarnos de que ayuda al organismo a digerir los alimentos, almacena energía y elimina toxinas. Como ves, sus funciones son de gran importancia ya que podrían afectar a la sangre o incluso al corazón, el órgano más importante.

A continuación detallamos una por una todas las funciones del hígado:

  • Almacena nutrientes como las vitaminas A y D y los minerales zinc, hierro y cobre. Cuando el organismo los necesita, el hígado los devuelve a la circulación
  • Elabora la bilis, un compuesto que se encarga de transportar los desechos y descomponer las grasas en el intestino delgado durante la digestión
  • Produce la heparina y la antitromabina, que son dos anticoagulantes que ayudan a evitar que la sangre se espese o coagule lo que podría producir trombos
  • Regula el equilibrio entre la sal y agua en el cuerpo
  • Transforma en urea el amoníaco toxico de nitrógeno que se forma en nuestro organismo y la envía a los riñones para ser eliminada
  • Destruye el exceso de la hormona tiroxina que produciría un descontrol en el proceso de crecimiento
  • Filtra la sangre eliminando sustancias tóxicas como el alcohol, nicotina, drogas, venenos o exceso de algunos fármacos antes de que éstos lleguen a los otros órganos
  • Retiene cualquier exceso de sangre que pueda afectar la actividad cardíaca
  • Procesa la hemoglobina para distribuir su contenido en hierro (el hígado almacena hierro)
  • Convierte el exceso de glucosa en glucógeno de almacenamiento que más tarde se puede convertir de nuevo en glucosa para obtener engreía. Por lo tanto, equilibra y produce glucosa según sea necesario.

En este otro artículo de unCOMO te descubrimos de forma detallada cuál es la función del hígado.

Un órgano vital del que no se puede prescindir

Como hemos visto, el hígado tiene muchas funciones relacionadas con la sangre que pueden afectar al resto de órganos. Si alguna de sus funciones falla puede producir daños graves en órganos como el corazón. Aún no se ha descubierto un método para sustituir sus funciones, al contrario que ocurre con otros órganos que sí pueden ser eliminados o sustituidos por alguna máquina o tecnología médica. Por tanto, ante tu pregunta de "¿Se puede vivir sin hígado?" la respuesta es que NO.

Vamos a ver por qué no podíamos vivir sin hígado. Para empezar sentiríamos un malestar general acompañado de nauseas y vómitos. La piel se pondría amarilla debido al aumento de bilirrubina. Esto es lo que se conoce como ictericia y ocurre a menudo en pacientes que sufren de cirrosis (enfermedad del hígado de la que hablaremos más adelante).

La bilirrubina procede de los glóbulos rojos viejos o defectuosos y sin el hígado va acumulándose progresivamente en los tejidos. Las sustancias tóxicas se acumularían en la sangre y además aparecería coagulación de esta y se dañaría el cerebro progresivamente, lo que causaría la muerte. Es por esto que el hígado es un órgano vital y no podemos prescindir de él. En caso de estar dañado el médico le recetaría medicación o, si la gravedad lo requiere, un trasplante.

Sin embargo, hay que decir que aunque no se pueda prescindir de él sí se puede vivir con una parte pequeña, ya que se regenera por sí solo y podría volver a funcionar correctamente.

En este otro artículo de unCOMO te descubrimos los mejores alimentos para limpiar el hígado.

Cuidar el hígado es muy importante

Nos dicen que hay que tener cuidado con el colesterol porque afecta al corazón, o cuando tenemos un catarro tomar algún medicamento para que no perjudique a los pulmones. Pero no nos dicen que hay que cuidar el hígado y deberíamos hacerlo puesto que, como hemos visto, un fallo en este órgano puede ser vital.

Hay que recordar que toda la comida que tomamos hace una parada obligatoria en el hígado por lo tanto la alimentación es muy importante. Aunque tenga una gran capacidad lo recomendable es no abusar de grasas, bollería industrial y, sobre todo, sustancias como el alcohol. Algunos medicamentos también pueden dañar el hígado por lo que es recomendable leer el prospecto o consultar con el médico, es importante no automedicarte.

El agua es imprescindible siempre, pero además ayuda a filtrar las toxinas y depurar nuestro organismo por lo que ayuda al hígado en su función.

En este otro artículo te descubrimos cómo cuidar el hígado.

Trasplante de hígado

Cuando el hígado falla una solución puede ser el tratamiento con medicamentos. Sin embargo, si éstos no hacen efecto lo más seguro es que te hagan un trasplante de hígado. Una de las principales causas por las que se requiere un trasplante de hígado son la cirrosis, que es una enfermedad en la que el hígado no funciona correctamente y puede ser causada por otra patología como una infección de hepatitis (B o C) o por el alcoholismo.

En los niños la razón más común es la atresia biliar, se trata de una obstrucción de los conductos que transportan la bilis desde el hígado hasta la vesícula biliar. Esto ocurre cuando las vías biliares no se desarrollan de manera normal. Al obstruirse el flujo de la bilis puede llevar a un daño hepático y cirrosis del hígado, lo cual puede ser mortal.

Para el trasplante se suele utilizar el hígado de una persona que ha fallecido recientemente que no tuviera ninguna lesión hepática. También se puede recurrir a un familiar para donar parte de su hígado. En este caso, como veíamos anteriormente, el hígado se regenera por sí solo y ambas personas acaban con un hígado que funciona correctamente.

Tras un trasplante de hígado lo normal es que tengas que tomar medicación constante para evitar el rechazo del nuevo órgano. Pueden ocurrir algunas complicaciones como que el hígado no funcione los primeros días. En este caso habría que recurrir a un retrasplante de urgencia ya que el hígado no funcionaria correctamente. Además el nuevo hígado será reconocido por el organismo como un cuerpo extraño y éste actuará defendiéndose y rechazándole, como hemos visto. Si, a pesar de la medicación, sigue siendo rechazado habría que aumentar la medicación o añadir algún fármaco.

También pueden darse algunas infecciones debido a la cirugía o incluso que reaparezca la enfermedad que padecía. Esto último es común cuando se trata de la Hepatitis del virus C.

Ahora que hemos visto la importancia de este órgano, para evitar enfermedades lo mejor es que lo cuides lo máximo posible.

Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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