Qué pasa si solo duermo 4 horas

Para explicarte bien qué pasa si duermes 4 horas al día, debes tener en cuenta que se trata de un problema que gana peso a medida que pasa el tiempo. Como bien sabrás, lo ideal es dormir 8 horas al día (entre 6 y 9 para ser más flexibles), pues solo así el cuerpo alcanza un descanso total y recupera la energía después del agotamiento propio de la vida cotidiana.

Es comprensible que para muchas personas sea imposible dormir esa cantidad de horas, sin embargo, debes tener en cuenta que dormir 4 horas al día debería ser una excepción, y no una costumbre.

Además, aquellos que creen que pueden recuperar esas horas de descanso perdidas de lunes a viernes en un fin de semana van muy equivocados, pues no se trata de una balanza: las horas de sueño perdidas no se recuperan. El cansancio sigue latente en tu cuerpo y, si se prolonga, podría impactar muy negativamente tu día a día. ¿Sabes qué puede pasarte si duermes poco durante un largo periodo de tiempo? Las consecuencias que esto puede tener en tu salud son varias, así que, a continuación, te hablamos de las más importantes:

• Capacidad cerebral resentida.
• Problemas anímicos.
• Mayor exposición a enfermedades.
• Tendencia a ganar peso.

El cerebro, al igual que el resto del cuerpo, necesita descansar por la noche para poder sacar el máximo rendimiento de sus capacidades. Si eres una persona muy despistada, esto puede deberse principalmente a una falta de sueño notable; dejarse las llaves en casa, tirar un vaso al suelo sin querer, olvidar ciertas obligaciones, etc.

Según todos los estudios científicos realizados sobre el sueño, aspectos relacionados con la memoria, la atención y el aprendizaje se ven muy resentidos cuando hay una falta de descanso. Por ello, para que tu cerebro funcione al 100%, será necesario que duermas un mínimo de 6 horas al día.

Si esto te resulta una tarea complicada, puede que te ayuden estos sencillos pero eficaces Trucos para dormir de un tirón.

Al fin y al cabo, todo aquello que sucede a nuestro alrededor puede afectar el estado de ánimo en el que nos encontramos; tener un día complicado en el trabajo, discutir con personas cercanas o tener cualquier contratiempo afecta a tu bienestar general. Sin embargo, uno de los principales obstáculos es, una vez más, la falta de sueño.

Tener pocas horas de sueño durante muchos días consecutivos afecta indudablemente a tu carácter, pues te convierte en una persona mucho menos paciente y más irritable. La intolerancia aumenta, pues la falta de sueño crea un sentimiento de malestar general que nos quita toda la energía y nos impide ser comprensivos con aquellos que nos rodean.

Cuando estamos cansados encontramos confort en la tranquilidad y en la soledad, pues no tenemos la energía suficiente para comunicarnos con los demás y aguantar las actividades diarias que ellos llevan a cabo de forma rutinaria. Por ello, si quieres que tus relaciones con los demás no acaben resentidas, un buen descanso será fundamental.

Las defensas del cuerpo suben o bajan en función de factores tan básicos como la alimentación, el ejercicio físico y, por supuesto, el descanso. Es por ello que, como bien defienden los médicos, dormir 4 horas al día es una mala costumbre que puede debilitar el sistema inmunitario gravemente.

¿Por qué ocurre esto? Nuestro sistema inmunitario necesita unos hábitos de vida saludables para aumentar sus defensas y, por lo tanto, verse fortalecido.

Como ya hemos visto, el descanso es básico para un correcto funcionamiento de nuestro cuerpo y nuestro cerebro, así que dormir 4 horas al día puede convertirse en un gran obstáculo. Si nuestras defensas son pocas, nuestro sistema inmunitario se ve claramente debilitado, de modo que seremos más propensos a contraer virus y bacterias.

Algunos de los problemas de salud más frecuentes en la población (la diabetes o la obesidad, por ejemplo) tienen más probabilidades de desarrollarse en el cuerpo de una persona que no descansa como debe, pues el sistema inmunitario de dicha persona estará más abatido.

Para evitar que esto ocurra, puedes poner en práctica una de las soluciones más básicas que existen: ajustar tu día a día a un nuevo horario y descansar durante más horas.

La falta de sueño desequilibra por completo los niveles de glucosa en el cuerpo, algo que además de favorecer la obesidad, aumenta el riesgo de padecer diabetes.

Pero más allá de esto, debes tener en cuenta que cuantas más horas estés despierto, más energía necesitará tu cuerpo para mantenerse en pie y, por lo tanto, más comerás para intentar llenar ese vacío de energía. La falta de sueño es una de las principales culpables de que el metabolismo se ralentice, algo que afecta también al aumento de peso.

Al necesitar más energía, puede que caigas en la tentación de ingerir productos con altos índices de azúcar de fácil absorción, pues eso puede producirte la sensación pasajera de que te sientes menos decaído. Sin embargo, estas grasas son perjudiciales y difíciles de quemar, por lo que la balanza de calorías consumidas y quemadas se verá seriamente afectada.

Si te ha interesado este artículo, no te pierdas este otro sobre Qué hacer para dormir bien. Toma nota y prepárate para mejorar tu descanso.

Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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