Beber agua a diario es necesario y beneficioso para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo. De hecho la poca ingesta de líquidos puede traer consigo diversos problemas, desde deshidratación hasta fatiga, problemas renales, sequedad en la piel, dificultades digestivas, entre otras condiciones. Sin embargo tener demasiada sed, especialmente cuando ocurre de manera repentina, también puede ser señal de que algo no se encuentra del todo bien con nuestro organismo. Si has notado que tu ingesta de agua ha aumentado y desconoces la causa, en unComo.com te damos algunas posibles explicaciones para que descubras por qué tienes tanta sed.
Aumentar la ingesta de agua o sentir demasiada sed puede ser normal si has cambiado algunos comportamientos o rutinas que, de forma inevitable, se reflejan en tus deseos de beber agua. Por ejemplo si:
- Has comenzado a practicar alguna actividad física o realizas mucho más ejercicio que antes, por lo que es normal que tu cuerpo te pida que tomes más agua, algo que se manifiesta a través de la sed.
- Has cambiado tu dieta recientemente y estás ingiriendo más sal en tus comidas o ingredientes que cuentan con mucha sal, por ejemplo los encurtidos o los alimentos deshidratados.
- Te has mudado para una zona con temperaturas más altas o las temperaturas han aumentado en el lugar donde vives.
Todas estas condiciones conllevan a sufrir de más sed, lo que puede explicar por qué deseas ingerir más agua. Pero ¿qué pasa si ninguna de estas opciones es el caso?
Una de las razones por las que se puede comenzar a sufrir de exceso de sed es debido a la ingesta determinados tipos de medicamentos o productos. Los diuréticos, los anticolinérgicos o la demeclociclina son compuestos que suelen producir un incremento de la sed, por eso si actualmente estás sometido a algún tratamiento médico resulta conveniente consultar los efectos secundarios o llamar a tu médico para confirmar si la sed tiene alguna relación con la medicación.
En casos de infecciones graves también es posible que la sed aumente producto de la pérdida de líquidos corporales. En estos casos la intervención de un médico será fundamental, especialmente para atender la infección y garantizar el bienestar del paciente.
Sin embargo el exceso de sed, especialmente cuando se produce de forma repentina, también puede ser síntoma de determinadas condiciones. Las más comunes son:
- Diabetes.
- Insuficiencia renal.
- Insuficiencia cardíaca.
- Insuficiencia hepática.
- Polidipsia psicogénica, se produce cuando algún trastorno psiquiátrico ocasiona la sed excesiva, por ejemplo la esquizofrenia.
Si se sospecha que el aumento de la sed puede deberse a una enfermedad, entonces es importante visitar a un médico para una revisión. El especialista realizará los estudios y exámenes oportunos para determinar el origen de la sed y monitorear el estado de salud general del paciente.
Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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