Por qué me pica la piel después de ducharme

La piel es nuestro órgano más extenso y, a la vez, más expuesto. Diariamente, la exponemos a distintas cosas y resiste sin rechistar siempre que puede. Productos químicos de higiene, de belleza, tintes de la ropa, tejidos y un sinfín de elementos más entran en contacto con ella. También le puede afectar el roce repetido, un insecto, etc.

La piel tiene sus propias formas de mandarnos avisos cuando algo no va bien, y una de esas maneras es el prurito, a lo que nos referimos con “picor”.

Lo que sucede en ese momento es que los receptores de la dermis (la capa externa de la piel) mandan un mensaje al cerebro mediante la médula espinal. En ese momento, sentimos el picor.

En ocasiones, notamos el picor justo cuando acabamos de ducharnos, sin que sepamos la razón de ello. Es una enfermedad de la piel, que se denomina prurito acuagénico, y que manifiesta dicho picor en distinta intensidad, sin lesiones visibles en la piel.

El prurito acuagénico se desencadena cuando la piel entra en contacto con el agua, pero puede haber otros factores que la desencadenen como el sudor, el cambio brusco de temperatura, el contacto con otra prenda distinta, determinadas fibras sintéticas, el contacto con la ropa de cama al ir a dormir…

Aunque puede llegar a durar una hora o más, lo habitual es que desaparezca pasados quince minutos.

Aunque no tiene por qué ser grave (pero sí muy molesto), es recomendable acudir al médico para que se cerciore de que no hay otra causa detrás de este picor. Si confirma que se trata de prurito acuagénico, él mismo nos indicará cómo debemos proceder para reducir al mínimo sus apariciones y para calmarlo cuando aparece. Puede que nos recomiende algún antihistamínico y/o crema de capsaicina.

Además, posiblemente nos recomiende algunas de las siguientes pautas para prevenir y aliviar la picazón después del baño:

• No utilizar el agua muy caliente ni muy fría (así, minimizamos el cambio brusco de temperatura).
• Utilizar un gel suave con pH neutro y agentes calmantes.
• Utilizar una toalla suave para el secado, que no rasque la piel. Si elegimos una que sea de algodón ecológico o de bambú y que haya sido teñida con tintes naturales, estaremos previniendo también el prurito. Recuerda que todo cuenta, ya que no hay una causa exacta que valga para todas las personas que lo sufren.
• Secarse con pequeños toques, en vez de arrastrando la toalla por la piel.
• Utilizar tras la ducha un aceite emoliente o alguna crema hidratante calmante puede ser suficiente en algunos casos, aunque hay algunos otros remedios como los que mostramos en el artículo Cómo tratar el picor de la piel.
• No rascarse, si se puede evitar, pues se puede irritar la piel, además de que podemos sentir más picor aún.
• Tratar de conservar la calma. Cuanto más nerviosos estemos, más posibilidades hay de que se incremente el picor. Intentar distraerse con alguna cosa, concentrar el pensamiento y la actividad en algo, puede ayudarnos.

Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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