¿La sordera súbita se cura?

La gran mayoría de las personas que sufren sordera súbita -9 de cada 10- lo hacen únicamente en un oído. Esta trastorno se diagnostica a través de una prueba de audición en la que, si el paciente demuestra haber perdido una capacidad de 30 decibelios se considera sordera. Para hacernos una idea de lo que significa, si perdemos 30 decibelios seríamos casi incapaces de escuchar una conversación a un tono normal.

Generalmente, los pacientes notan esa sordera al despertarse por la mañana, aunque se puede dar en cualquier otro momento del día. La forma en la que aparece también es variable: algunas notan un zumbido previo, otras sienten que se va desvaneciendo el sonido progresivamente y otras escuchan una pequeña explosión, como un "pop", antes de que se vaya la audición. Entre los síntomas previos que nos pueden alertar de una posible sordera súbita encontramos:

• Mareo
• Vértigo
• Timbre o pequeño silbido en el oído, médicamente conocido como tinnitus.

Con la audiometría se puede evaluar si la sordera súbita se debe a que el sonido no puede llegar al oído interno, ya sea porque hay cera, líquido o algún objeto que lo obstruya, o si es por culpa de alguna alteración a nivel neurosensorial; el sonido llega al oído interno pero este no es capaz de procesarlo.

Después de determinar que el paciente sufre de hipoacusia súbita, el médico deberá seguir haciendo pruebas, en este caso para determinar cual es la causa que la ha provocado. En este sentido la actuación a seguir puede ser variada: análisis de sangre, TAC y pruebas de equilibrio.

A diferencia de otras afecciones en el sistema auditivo, es muy difícil identificar qué causa la sordera súbita. Tanto es así que tan solo en un 15% de los casos podemos establecer un diagnóstico claro respecto a la causa de la sordera. Las condiciones que pueden provocarla son múltiples, algo que dificulta su diagnóstico, y entre las más comunes encontramos:

• Enfermedades infecciosas; de origen vírico o bacteriano son las culpables del 80% de los casos de sordera súbita.
• Traumatismos, sobretodo lesiones en la cabeza.
• Enfermedades de origen autoinmune, como el caso del síndrome de Cogan.
• Medicamentos ototóxicos, fármacos que provocan daños en las células del oído interno.
• Mala circulación sanguínea.
• Tumor cerebral.
• Trastornos neurológicos con afectación al oído, por ejemplo la esclerosis múltiple.
• Patologías en el oído interno, como el síndrome de Ménière.

No se puede dar una respuesta 100% segura, ya que depende mucho de la causa que la haya provocado, pero por lo general se puede decir que la sordera súbita se cura. Cerca de la mitad de las personas que sufren de hipoacusia súbita recuperan su capacidad de oír de forma espontánea; ya sea en su totalidad o de forma parcial. Normalmente, este proceso se da entre 1 y 2 semanas después de haber sufrido la pérdida de audición. No obstante, el porcentaje de recuperación aumenta hasta el 85% entre aquellos que reciben tratamiento por parte de un otorrinolaringólogo.

Se calcula que cada año hay 5.000 personas que sufren de hipoacusia súbita, no obstante, el numero real puede ser mucho más alto, ya que el hecho de que la mitad de los afectados recuperan la audición espontáneamente provoca que no busquen atención médica y no se puedan documentar.

Dependiendo de la afección que haya causado la hipoacusia se llevará a cabo un tratamiento u otro, no obstante, como ya hemos dicho antes, en muchas ocasiones es imposible saber qué es lo que la ha causado. En estos casos suele ser muy habitual realizar un tratamiento con corticoesteroides. A continuación te explicamos las distintas actuaciones médicas que se pueden llevar a cabo para lograr la recuperación del oído:

• Los esteroides son utilizados para la recuperación de numerosos trastornos de salud; sus propiedades antiinflamatorias reducen la hinchazón y estimulan el organismo a combatir las afecciones. Aunque mayoritariamente se recetan en forma de píldora o pastilla, en los últimos años ha ido creciendo el número de médicos que optan por administrarlos mediante inyecciones detrás del oído medio. De este modo se obtienen los mismos resultados que con las pastillas, pero sin los efectos secundarios derivados de que tengan que hacer todo el proceso digestivo.
• Si se descubre que la causa de la hipoacusia es una infección el tratamiento será en base a antibióticos.
• Si en tu historial de medicación consta algún medicamento ototóxico te lo substituirán por otro.
• Si la causa es inmunitaria se recetarán medicamentos supresores del sistema inmune.

Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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