Diferencia entre neumonía y pulmonía

Diferencia entre neumonía y pulmonía

Por lo general, existen muchas dudas respecto al término que se debería emplear cuando nos referimos a una infección pulmonar: ¿deberíamos hablar de neumonía o pulmonía? Lo cierto es que solo uno de estos términos es el correcto para diagnosticar una inflamación en esos órganos pero, ¿sabes cuál es?

En este artículo de unCOMO, te aclaramos todas las dudas que puedas tener sobre esta enfermedad y te explicamos la diferencia entre neumonía y pulmonía. Además, te descubrimos las causas y los síntomas de esta dolencia, así como las consecuencias con las que te puedes encontrar si padeces una infección respiratoria. ¡Toma nota!

Cuál es la diferencia entre neumonía y pulmonía

Utilizar el término neumonía o pulmonía para referirse a una inflamación pulmonar es muy común actualmente. Sin embargo, debes saber que pulmonía es un término que se dejó de emplear hace mucho tiempo, de modo que la palabra correcta que deberíamos utilizar es neumonía.

La neumonía es una enfermedad aguda y crónica que se manifiesta cuando se inflaman los tejidos pulmonares debido a alguna infección en los alvéolos. Esta infección puede ser provocada por un virus, un hongo, una bacteria o agentes externos irritantes químicos y físicos.

Existen, al menos, dos tipos de neumonía:

  • La primera es aquella neumonía considerada grave que puede complicarse si no se trata de inmediato.
  • El segundo tipo de neumonía se conoce, coloquialmente, como neumonía atípica o errante. Esta es menos grave que la neumonía típica y sus síntomas no son tan agudos como la anterior. Sin embargo, es importante que se tenga en cuenta y que se cure cuanto antes para que no se den posibles complicaciones.

Cuando se habla de una neumonía doble, significa que ambos pulmones han sido afectados por la enfermedad.

Causas de la neumonía

La neumonía se suele contagiar a través de un virus, hongos o bacterias, aunque también es posible que la causen agentes irritantes como productos químicos o polvos, ya que estos pueden provocar la inflamación de los pulmones.

Una razón muy común por la cual la gente padece y contagia la neumonía son los virus de gripes mal curadas. Debes tener en cuenta, además, que las infecciones permanentes pueden agravar la situación de los pulmones y desencadenar una neumonía. Por otro lado, la neumonía atípica o errante se provoca, generalmente, por una bacteria llamada micoplasma. Esta bacteria tarda de 2 a 3 semanas a desarrollarse y se suele contagiar por la exposición de un enfermo con otros pacientes.

Síntomas de la neumonía y de la pulmonía

Los síntomas comunes en la neumonía son:

  • Dolor de pecho
  • Fiebres altas
  • Tos aguda y constante
  • Flema verde o amarillenta
  • Dificultad para respirar

Cuando la neumonía es crónica, además, es posible que escuches un silbido al respirar. La clave diferencial entre la neumonía típica y la errante son los grados de fiebre, ya que en el primer tipo suele haber fiebre más alta que aparece de forma súbita. Si padeces neumonía atípica es posible que también sientas dolor de cabeza, malestar general y debilidad. Estos síntomas son, además, comunes en la bronquitis, lo que hace complicado diferenciar en un primer momento una enfermedad de otra.

Si bien la bronquitis es también considerada una enfermedad respiratoria grave, los síntomas suelen ser más leves. Tal como su nombre indica, la bronquitis ocurre cuando se inflaman los bronquios o los tubos conectores con los pulmones.

Diagnóstico y tratamiento de la neumonía

Ninguna dolencia o afección respiratoria debe tomarse a la ligera. Ante la sensación de cansancio, dolor y tos persistente, lo más aconsejable es que vayas al médico para que este te aconseje el mejor tratamiento para tu caso. También es importante que acudas al especialista si llevas mucho tiempo enfermo/a con gripe y no ves ninguna mejora.

El diagnóstico empieza con una revisión médica que incluye el auscultación del pecho para oír los pulmones. En algunos casos se solicita, además, una radiografía de tórax para confirmar el diagnóstico. Finalmente, y en caso de que se sospeche una infección aguda, puede que tu médico te pida un análisis de sangre

El tratamiento dependerá del tipo de neumonía o bronquitis que se te haya diagnosticado. Sin embargo, y en cualquier caso, es muy importante el reposo para la recuperación del paciente, así como cuidar el ambiente en el que te encuentres: es importante que evites el polvo, los cigarrillos, el uso de perfumes, etc.

Cómo prevenir la neumonía y la pulmonía

Prevenir las infecciones respiratorias es una tarea difícil ya que, como hemos visto, su origen se encuentra en los virus, bacterias y hongos. Sin embargo, puedes hacer algunas cosas para disminuir el riesgo de contagio:

  • Mantén el espacio en el que vives y trabajas limpio y libre de polvo.
  • Evita el contacto con personas infectadas o con gripe.
  • Evita los cigarrillos, cuida tu alimentación y haz ejercicio cada semana para fortalecer tu sistema inmune.
  • Finalmente, consulta con tu médico si deberías vacunarte para proteger tu sistema inmunológico y ayudarle a defenderte de este tipo de enfermedades. Es importante que consultes tus dudas y problemas con un médico antes de someterte a cualquier tratamiento, ya que no todos pueden ser adecuados para tu problema.

Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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