Diferencia entre fiebre, febrícula e hipertermia

Diferencia entre fiebre, febrícula e hipertermia

Un síntoma muy común y que puede presentarse de forma repentina, es la fiebre. Si bien no es una condición de salud en sí misma, sirve para alertar de la presencia de una anomalía en el organismo, por lo que es un señal ante la que hay que actuar con rapidez para evitar complicaciones. La temperatura normal del cuerpo oscila entre los 35°C y los 37°C, por lo que todo aumento más allá de ese límite debe ser atendido.

Sin embargo, aunque se suele llamar fiebre al aumento de la temperatura corporal, existen ciertas señales para determinar si se trata o no de ella. Conocer la diferencia entre fiebre, febrícula e hipertermia puede ser determinante para conocer la gravedad de la situación y tomar las medidas pertinentes. Este artículo de unCOMO te ayudará a conocer las características de cada una.

Qué es la fiebre

La fiebre es un mecanismo de defensa en el que la primera señal, o la más visible, es el aumento de la temperatura corporal, entre los 38°C hasta los 41°C. En este caso, si bien el punto de ajuste de la temperatura interna se encuentra elevada, los mecanismos que la controlan siguen funcionando con normalidad. Sin embargo, puede presentarse fiebre sin aumento de temperatura, ya que esta es solo uno de los síntomas que indican la respuesta del organismo ante una condición, bien sea infecciosa o no infecciosa. Otros indicadores de la presencia de fiebre son:

  • Aumento de la presión arterial.
  • Aumento de las pulsaciones. Con cada grado de aumento de la temperatura, las pulsaciones se incrementan de 10 a 15 por minuto.
  • Aumento de la frecuencia respiratoria.
  • Disminución del apetito.
  • Sed.
  • Estreñimiento.

La fiebre, es más que una señal de una condición patológica, de hecho es la respuesta ante esa condición. En este caso, la temperatura podría mantenerse estable y aún así el organismo estaría combatiendo a los agentes patógenos que están causando el trastorno, ya que se trata de dos mecanismos que no son excluyentes.

Si bien existen medicamentos que pueden ayudar a combatir la fiebre, lo ideal es acudir al médico para que determine la causa que origina la fiebre y proceder con el tratamiento más adecuado según el diagnóstico. Asimismo, puedes optar por tratar de bajar la fiebre de forma natural, pero siempre atento a cualquier síntoma de empeoramiento para acudir al médico cuanto antes.

Qué es la febrícula

Cuando hay un aumento de la temperatura corporal entre los 37°C y los 38°C se dice que hay febrícula o décimas de fiebre. Así, la temperatura de la febrícula es un incremento ligero, pero que de todos modos puede indicar una sintomatología infecciosa o un trastorno del sistema innmunológico. Los sus síntomasson los siguientes:

  • Piel enrojecida y caliente
  • Dolores musculares
  • Sudoración
  • Sed
  • Extremidades frías
  • Ojos vidriosos

Los resfriados, las infecciones de oído y urinarias, la apendicitis, así como el proceso de dentición en los bebés o el estrés y el agotamiento pueden ocasionar febrícula.

Para combatirla se recomienda el uso de antipiréticos como la dipirona y el paracetamol, así como utilizar toallas con agua fría sobre la frente y darse baños de agua tibia. Si el malestar no cesa en las siguientes 24 horas, es necesario acudir al médico.

Asimismo, es posible que notes que el malestar y las décimas aumenten conforme se acaba el día e incluso que pases a tener fiebre. Por este motivo, en este otro artículo te explicamos Por qué por la noche sube la fiebre.

Qué es la hipertemia

Cuando la temperatura corporal aumenta por encima de los valores normales hablamos de hipertermia. En este caso, ya no se trata solo de un mecanismo adaptativo para combatir procesos infecciosos o no infecciosos, sino más bien de una falla en el sistema de evacuación del calor, que llevan al organismo a temperaturas superiores a los 41°C. Así, podemos encontrar diversos tipos de hipertermia, los principales son los siguientes:

  • Golpes de calor: cuando la temperatura externa es elevada y aumenta la temperatura interna por encima de los 40°C.
  • Estrés por calor: se genera por factores externos, como la temperatura del ambiente, la presión del vapor de agua, el tipo de vestimenta o el trabajo físico intenso.
  • Hipertermia inducida por el uso de drogas.
  • Hipertermia causada por hipertiroidismo.
  • Hipertermia maligna: se desencadena por el uso de anestesia general en pacientes que tienen una mutación genética vinculada al cromosoma 19, generando desajustes metabólicos que de no ser tratados con rapidez pueden ser irreversibles.

Aunque sus síntomas varían dependiendo de la causa, algunos de los más comunes son:

  • Mareos
  • Nauseas
  • Sudoración excesiva
  • Desmayos
  • Calambres
  • Estado de confusión

Como se trata de un aumento desmesurado de la temperatura que incluso puede poner en riesgo la vida de quien la padece, lo recomendable es pedir ayuda médica de inmediato.

Diferencias importantes

La diferencia entre fiebre, febrícula e hipertermia es que las dos primeras son manifestaciones de defensa contra organismos que ocasionan enfermedades. Mientras que esta última es una condición anómala que se expresa en un aumento deliberado de la temperatura corporal sin ningún fin de autoprotección. Por eso, además de la temperatura, es importante estar al tanto de otros signos de alerta tanto internos como externos que puedan ayudar a dilucidar de qué se trata. En cualquier caso, solo la guía del médico especialista puede dar la respuesta más oportuna y un tratamiento adecuado.

Remedios caseros para bajar la fiebre

Cuando la fiebre viene acompañada de un aumento en la temperatura corporal, hay algunas medidas sencillas que se pueden tomar para ayudar a bajarla:

  • Aumentar el consumo de agua, zumos o bebidas naturales frías, así como paletas de helado o polos.
  • Aplicar compresas frías en la frente y el abdomen.
  • Ponerse rodajas de papas o cebollas en los pies: en ambos casos, se trata de alimentos con propiedades antiinflamatorias que pueden contribuir a disminuir la temperatura corporal. La manera más práctica de aplicar este remedio es usando calcetines para sujetar las rodajas.
  • Tomar té de salvia: esta planta favorece la transpiración, lo que regula la temperatura. Para preparar el té, se pone a hervir una taza de agua con un puñado de salvia durante 10 minutos y transcurrido ese lapso, se agrega miel o un endulzante natural antes de beber.

Asimismo, otro remedio casero muy común es bajar la fiebre con limón, ya sea añadiéndolo en los paños con agua o agregándolo al té para tomar.

Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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