Cuáles son las causas de la hemoglobina baja

Cada glóbulo rojo contiene dentro de sí hemoglobina. De hecho, la hemoglobina es la que le da el característico color rojo a la sangre. Es un proteína rica en hierro a la que el oxígeno y el dióxido de carbono se fijan para viajar a lo largo del organismo. Ahora bien, ¿qué es la hemoglobina baja? Es lo que ocurre cuando, al realizarse un análisis sanguíneo, los valores de hemoglobina en sangre son inferiores a los considerados normales.

Hemoglobina: valores normales

Aunque cada laboratorio tiene sus estándares, estos nunca difieren mucho entre sí. Los resultados de la hemoglobina están ubicados en el hemograma, examen donde se analiza la concentración de células sanguíneas, tales como los eritrocitos y leucocitos. Por lo general, el nivel de hemoglobina normal varía dependiendo del sexo y la edad del paciente. Los valores normales de hemoglobina oscilan entre^[1]:

• Mujeres: de 12,1 a 15,1 g/dL.
• Mujeres embarazadas: 11,0 g/dL o superior.
• Hombres: de 13.8 a 17,2 g/dL.
• Niños entre 6 meses y 4 años: 11g/dL o superior.
• Niños entre 5 y 11 años: 11,5 g/dL o superior.
• Niños entre 12 y 14 años: 12 g/dL o superior.

Para conocer más sobre cómo deberían ser los resultados de la hemoglobina en las analíticas sanguíneas, consulta nuestro artículo Cuáles son los valores normales de hemoglobina en sangre.

Hemoglobina baja: consecuencias

¿Qué pasa si los niveles de hemoglobina son más bajos de lo normal? Hay ciertas situaciones, como la menstruación o el embarazo, que pueden producir un descenso en los valores de la hemoglobina. Como vimos, la hemoglobina baja en el embarazo es de esperar. Pequeñas bajas no tienen que, necesariamente, asustarnos, pero siempre es aconsejable que sea un médico quien evalúe la condición y circunstancias de cada paciente.

Sin embargo, una hemoglobina significativamente baja es un riesgo para la salud. El organismo no está recibiendo el oxígeno que necesita para funcionar y la energía del cuerpo se ve afectada. Esta condición, que produce que los glóbulos rojos enfermen, es comúnmente conocida como anemia.

Una anemia no tratada puede traer consecuencias a corto y largo plazo. En niños, el desarrollo físico y psicológico puede verse seriamente afectado, ya que el oxígeno permite el crecimiento óptimo de los órganos y el cuerpo. En personas mayores, se ha estudiado que la hemoglobina baja aumenta el riesgo de sufrir de demencia.

En el día a día, la falta de hemoglobina puede provocar cansancio extremo e inhabilidad para realizar las actividades diarias. Si la anemia llega a niveles muy graves, el corazón debe bombear la sangre con mucha más fuerza, para compensar por la falta de oxígeno. Eventualmente, esto puede llevar a fallos cardíacos e incluso la muerte.

¿Qué ocasiona que el cuerpo deje de producir la hemoglobina que requiere? Puede haber muchas causas de la hemoglobina baja, pero la más común de ellas es la falta de hierro, ácido fólico o vitaminas del grupo B, como la vitamina B12 y B6. Estos químicos son necesarios para la creación de nuevos glóbulos rojos y un déficit en el consumo de ellos, puede resultar en una alteración de los niveles normales de hemoglobina.

Hemoglobina baja por falta de nutrientes

A la hemoglobina baja causada por la falta de hierro se le denomina anemia ferropénica. Esto puede ocurrir porque el paciente no consume suficientes alimentos ricos en hierro o porque el cuerpo presenta una falla en la absorción del hierro que ingiere. Esto último puede deberse a trastornos intestinales como la enfermedad de Crohn o la celiaquía.

Por otra parte, la falta de ácido fólico o de vitamina B12 puede provocar anemia megaloblástica, un tipo de anemia caracterizada por glóbulos rojos deformes y más grandes de lo normal. En estos casos, el compuesto de los glóbulos rojos no se desarrolla por completo y la expectativa de vida de los mismos disminuye.

Hemoglobina baja por pérdida de sangre

La pérdida de sangre también está entre las causas de la hemoglobina baja. No hay que sufrir necesariamente heridas o traumatismos externos, pues muchas veces la pérdida de sangre pasa desapercibida porque el sangrado es interno. Condiciones como las úlceras, el sangrado por vías urinarias o las hemorroides son ejemplos de pérdidas de sangre internas.

Hemoglobina baja por trastornos de la médula ósea

El cuerpo produce los glóbulos rojos y la hemoglobina en la médula ósea. Por tanto, trastornos o lesiones de la médula ósea también pueden esconderse detrás del porqué se baja la hemoglobina. A este tipo de afección se le denomina anemia aplásica y puede ocurrir también como consecuencia de trastornos del sistema inmunitario, en los cuales es el mismo cuerpo el que ataca la producción de células sanguíneas.

Otras causas, como la exposición a la radiación, el uso excesivo de ciertas drogas, como el cloramfenicol, o el embarazo pueden desencadenar defectos en la sangre.

Hemoglobina baja por enfermedades crónicas

En el caso de las enfermedades crónicas, la hemoglobina puede bajar debido a la inflamación. Esta puede ralentizar la producción de glóbulos rojos, reducir su tiempo de vida e, incluso, cambiar la forma en la que el cuerpo utiliza el hierro. Entre las afecciones que pueden llevar a este tipo de anemia están la artritis reumatoide, virus como la hepatitis o el VIH/Sida, cáncer, lupus, linfoma, entre otros.

Hemoglobina baja por otras enfermedades

Otras enfermedades menos comunes, como la anemia de células falciformes, pueden ser las causas de la hemoglobina baja. En estas circunstancias, los glóbulos rojos son defectuosos desde su creación. Estos se rompen y mueren fácilmente, provocando un déficit en la cantidad de oxígeno que el cuerpo necesita.

Por otra parte, la porfiria sanguínea, un trastorno hereditario y poco frecuente, incluye un grupo de enfermedades que se caracterizan porque el cuerpo presenta deficiencias para producir hemo, un componente elemental de la hemoglobina.

Uno de los síntomas de hemoglobina baja más conocidos es la fatiga y el agotamiento. Esto sucede porque los órganos no están recibiendo el oxígeno que les hace falta para funcionar correctamente. Otros signos típicos de la anemia incluyen:

• Vértigo, sobre todo al levantarse.
• Falta de aliento.
• Frío en las manos o los pies.
• Palidez en la piel y en las encías.
• Dolor en el pecho.

Los niños pueden mostrar signos de anemia cuando presentan falta de apetito, problemas de conducta o retrasos en el desarrollo y el crecimiento.

Por otro lado, algunos de los síntomas de la hemoglobina baja también dependen de la enfermedad subyacente que ocasiona el descenso en primer lugar. Por ejemplo, la deficiencia de hierro también traerá síntomas como:

• Uñas débiles
• Dolor de lengua
• Grietas en las comisuras de la boca e infecciones frecuentes.
• Además, los pacientes a los que les falte hierro pueden sentir ganas de consumir cosas que no son alimentos, como tierra, pintura o hielo.

Sin embargo, es importante destacar que, muchas veces, puede que los síntomas de la anemia no se presenten, debido a que es muy leve aún o muy temprana. Los signos irán apareciendo con el tiempo. Por esta razón, es importante realizar una analítica sanguínea cada cierto tiempo para comprobar que los conteos, no solo de hemoglobina sino también de todos los valores, continúan normales.

El tratamiento para la hemoglobina baja en sangre dependerá de la causa por la que el cuerpo está perdiendo hemoglobina en primer lugar. Debido a que las anemias se producen por deficiencia de hierro mayormente, el tratamiento más común es recetar suplementos nutricionales y una dieta balanceada que incluya las vitaminas y minerales que hacen falta para el correcto funcionamiento de las células sanguíneas.

En el caso de que la hemoglobina baja haya sido provocada por otras enfermedades, se recetarán medicamentos que ayuden a combatirlas. Tal es el caso de los trastornos inmunitarios que provocan que el cuerpo ataque sus propios glóbulos rojos, o de las infecciones para las cuales se prescriben antibióticos. En el caso de exceso de sangrado menstrual, es común recetar hormonas para disminuir la cantidad de sangre perdida en cada menstruación.

Para trastornos de la médula ósea, el trasplante de células madres o de médula ósea puede ser una opción para pacientes que sufran de enfermedades que, de otro modo, no tienen cura.

Si la anemia es muy grave y requiere de tratamiento inmediato, los médicos pueden optar por realizar una transfusión de sangre. Este escenario puede darse en casos en los que el paciente tenga la hemoglobina en 7 o por debajo, lo cual resulta peligroso^[2].

Cuando la anemia se debe a una deficiencia en hierro, vitaminas o ácido fólico, se recomienda seguir una dieta más balanceada que ayude a traer los niveles de hemoglobina y glóbulos rojos a la normalidad. Algunos de estos alimentos para subir la hemoglobina incluyen los vegetales de hoja verde como la espinaca y el brócoli, los frutos secos, los cereales integrales, los pescados azules como las sardinas y las anchoas, las legumbres y las carnes de vaca, pollo, cerdo y pavo.

La vitamina C es una gran aliada para subir la hemoglobina naturalmente, ya que ayuda a que el cuerpo absorba efectivamente el hierro que ha consumido. De esta forma, también se deben incluir en la dieta alimentos ricos en vitamina C. Los cítricos, tales como los frutos rojos, las naranjas o el kiwi, son conocidos por su alto contenido en vitamina C. Asimismo, las verduras como los pimientos y las zanahorias entran en la misma categoría.

Las vitaminas del complejo B pueden encontrarse en los lácteos, las carnes y los mariscos. Por su parte, alimentos como el plátano, la papaya, el hígado y los espárragos contienen ácido fólico.

Si, en cambio, la analítica sanguínea presenta un resultado de hemoglobina alta, el médico podría aconsejar disminuir la ingesta de alimentos ricos en hierro. Si quieres conocer más sobre esta afección, visita nuestro artículo Cómo bajar la hemoglobina.

Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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