La miel es uno de los mejores antisépticos y antibióticos de la naturaleza, contando con importantes propiedades cicatrizantes que ayudan a mejorar la apariencia de nuestra piel tras una lesión, impidiendo al mismo tempo que se infecte. Este producto funciona también como une expectorante natural, como un endulzante mucho más sano que el azúcar y como una perfecta alternativa para aumentar nuestra energía. ¿Quieres saber cómo usar la miel para cicatrizar? En unComo.com te lo explicamos.
Uno de los beneficios más destacados de la miel es su capacidad de acelerar la cicatrización de la piel debido a sus propiedades antisépticas y antibióticas, convirtiéndose en una excelente opción para impedir que las heridas y lesiones se infecten. Esto se debe a que la miel contiene glucosa oxidasa, una sustancia que ayuda a la cicatrización e impide que los tejidos se dañen tras una lesión.
Además de favorecer la correcta cicatrización, la miel también aporta vitaminas y nutrientes a la piel dañada, ayudando así a potenciar su adecuada recuperación y dando como resultado marcas menos visibles.
Aunque usar la miel para cicatrizar es un remedio natural común, es importante tener claro que esta no se debe aplicar en heridas o quemaduras demasiado profundas ni tampoco en lesiones con puntos. si se aplica en alguna herida infectada de forma importante, es necesario acompañar este tratamiento con algún antibiótico más potente para evitar que la infección avance.
Las heridas en las que es posible usar la miel para cicatrizar son:
- Quemaduras poco profundas o superficiales, pues ayudará a sanar la piel y disimular la apariencia de la cicatriz.
- Heridas poco profundas en personas con un sistema inmune debilitado debido a la aplicación de tratamientos para la cura del cáncer o a condiciones que debilitan el sistema inmunitario, como el VIH.
- Úlceras ocasionadas por roce o presión. Puede aplicarse también en heridas superficiales que producen mal olor, pues la miel ayuda a eliminar este aroma y a mejorar la apariencia de la herida.
Para usar la miel para cicatrizar lo primero que debemos hacer es limpiar muy bien la herida con jabón de pH neutro y agua, luego deberemos secar la zona gentilmente retirando toda la humedad. Deberemos aplicar la miel directamente en la herida usando preferiblemente una jeringa sin aguja, es importante que al aplicar dejemos una zona libre de miel para que la lesión respire correctamente.
Luego deberás colocar sobre la herida un apósito hidropolimérico, de venta en cualquier farmacia. Se trata de un tipo de apósito que cuenta con una capa de espuma que ayudará a absorber el líquido que la herida vaya expulsando.
Este tratamiento con miel debe aplicarse una vez al día hasta que la herida se encuentre lo suficientemente sana. Recuerda que es importante no aplicar la miel sobre una herida demasiado profunda o grave, en estos casos es imprescindible consultar a un médico.
Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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