La prostatitis es una enfermedad que hace referencia a la inflamación de la glándula próstata de los varones. Esta inflamación comprime la uretra, motivo por el cual resulta difícil la micción aunque el hombre tenga frecuentes ganas de orinar, dolores y retenciones de orina. Se trata de una patología que suele ser aguda, pero si no se trata adecuadamente puede tornarse crónica.
Las causas pueden deberse a infecciones, al estreñimiento, a una alimentación fuerte y tóxica, la falta de ejercicio, el abuso del tabaco y el alcohol, entre otras. Para aminorar los síntomas y reducir las molestias que esta patología ocasiona, en este artículo de unComo te contamos cómo tratar la prostatitis.
Los pacientes que sufren prostatitis suelen notar un peso en la parte baja del vientre que suele acompañarse de molestias al orinar, siendo estos algunos de los síntomas más comunes. Así mismo, también es común que se sientan ganas repentinas e incontrolables de miccionar tanto de día como de noche, pero a su vez se puede producir retención aguda de orina a causa del dolor.
De este modo, será imprescindible visitar al urólogo o médico de cabecera a la aparición de los primeros dolores o posibles evidencias de padecer prostatitis o alguna otra afección del sistema excretor y/o reproductor.
Del mismo modo, podemos destacar que existen distintos tipos de prostatitis, según su causa o gravedad:
- Prostatitis bacteriana o aguda: como su nombre indica, está provocada por agentes patógenos, ya sean los causantes de una infección urinaria o de determinadas enfermedades de transmisión sexual (ETS) como la clamidia o la gonorrea.
- Prostatitis crónica o síndrome del dolor pélvico crónico: también es posible que esta enfermedad se torne crónica y existen determinados factores que pueden aumentar la probabilidad de ello como son las prostatitis agudas mal curadas, lesiones perineales, el consumo de alcohol o determinadas prácticas sexuales.
Tal como ocurre con el resto de enfermedades, si se trata de una prostatitis causada por bacterias, su tratamiento pasará por los medicamentos antibióticos que ayudarán a combatir los agentes causantes.
De este modo, será necesario que el médico especialista evalúe tu caso, efectuando las pruebas necesarias para realizar el diagnóstico adecuado y así poder prescribir el tratamiento farmacológico más adecuado a tu caso.
Por otro lado, también existen cuidados y hábitos saludables que deberemos incorporar a nuestra vida diaria para tratar la prostatitis. Esto implica una dieta equilibrada y rica en fibra, que prescinda de alimentos que irriten la próstata y el tracto urinario en general, así pues se deberá evitar el consumo de alcohol, cafeína, cítricos, comida picante o condimentada.
A su vez, será imprescindible beber mucha agua, así como otros líquidos y bebidas no carbonatadas para ayudar a eliminar las posibles bacterias de la vejiga y las toxinas que el cuerpo no necesita. A excepción de que el médico indique lo contrario, se recomienda ingerir un mínimo de dos litros diarios de agua y/o los demás líquidos.
Del mismo modo, los baños con agua caliente también pueden ayudar a reducir las molestias y dolores causados por la prostatitis. Sin embargo, deberás asegurarte antes de que el agua no esté excesivamente caliente para evitar quemaduras en la zona genital, cuya piel es más sensible que el de otras zonas del cuerpo.
En caso de complicaciones o prostatitis demasiado recurrentes, será imprescindible acudir de nuevo al médico para que evalúe las causas y la gravedad de la cuestión. Algunos hombres deben recurrir a la intervención quirúrgica para curar completamente la prostatitis.
Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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