Una fisura anal es una pequeña grieta que se produce en la mucosa de la zona externa del recto debido frecuentemente a la evacuación de heces muy duras, una diarrea prolongada o una excesiva tensión en los músculos del esfínter anal. Es una condición que provoca dolor intenso, sangrado y estreñimiento, pero mediante algunas medidas sencillas puede acelerarse su curación. También existen casos más graves que requieren de tratamientos médicos específicos e incluso de cirugía, por lo que siempre es aconsejable consultar con un especialista. Sigue leyendo este artículo de unComo si te interesa saber cómo tratar la fisura anal.
La fisura anal es una lesión que, normalmente, suele estar causada por un desgarro producido por condiciones como el estreñimiento, las hemorroides o la diarrea prolongada. También se debe tener en cuenta que las personas que mantienen con frecuencia relaciones sexuales anales corren un mayor riesgo de padecerla. Pero, sobre todo, las fisuras anales están estrechamente asociadas con el estreñimiento, ya que la continua y dificultosa deposición de heces muy duras o grandes puede acabar ocasionando esa rotura en la mucosa del ano.
El principal síntoma de la fisura anal es un dolor muy intenso y agudo en el ano, especialmente justo en el momento de defecar o tras este, que puede ir acompañado de picor, escozor y presencia de sangre en las deposiciones, lo cual se puede ver rápidamente en el papel higiénico. Además, en el caso de interrumpir la defecación debido a las grandes molestias, se corre el riesgo de sufrir de obstipación y estreñimiento prolongado.
Hay algunas fisuras anales muy leves que pueden curarse de forma espontánea a los pocos días y que no requieren un tratamiento específico. Ahora bien, lo más recomendable es acudir al médico para descartar que esté asociada a otras enfermedades de mayor gravedad e iniciar el tratamiento más adecuado en cada caso. Son varias las formas en las que se puede tratar una fisura anal, pero una de las más comunes es mediante la aplicación de pomadas o cremas analgésicas y antiinflamatorias que permiten aliviar el dolor y acelerar la cicatrización de la herida. A estas, el médico también les puede unir la receta de algún fármaco en comprimidos o gotas para aminorar el dolor cuando se presenta de forma bastante intensa.
Otras alternativa médica es que el especialista considere necesario la aplicación de un anestésico inyectable en la zona rectal a fin de combatir el dolor severo y facilitar la curación de la lesión. Así mismo, se puede recomendar el consumo temporal de laxantes a fin de ablandar las heces y lograr que su evacuación sea más fácil y no empeore la fisura anal. Estos exclusivamente deben tomarse bajo prescripción médica y siempre siguiendo las instrucciones en cuanto a la dosis señalada, ya que en exceso se podría dar lugar a deposiciones fluidas y constantes que también ocasionarían irritación y agravarían la inflamación.
Hay otras medidas caseras y naturales que se pueden adoptar fácilmente para tratar la fisura anal y contribuir en su curación. Entre ellas, encontramos combatir el estreñimiento, si es esta la causa, realizando algunos cambios en la dieta:
- Aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra.
- Beber más agua y líquidos como jugos naturales de frutas y verduras.
- Evitar aquellos alimentos que estriñen como el arroz, el plátano, la manzana, la zanahoria, la bollería y las comidas muy grasas.
- Optar por los cereales integrales, dejando de lado aquellos refinados o procesados.
Descubre muchos más detalles sobre la dieta indicada para aliviar el estreñimiento, consultando el artículo Alimentos para el estreñimiento.
Los llamados baños de asiento también resultan aliviadores cuando se sufren las molestias producidas por una fisura anal, ya que relajan el músculo del esfínter y de esta manera ayudan a combatir el estreñimiento. Se trata de baños de agua caliente, la cual solo debe cubrir la zona de las caderas y las nalgas.
Cuando ninguno de los métodos mencionados anteriormente es suficiente para curar la fisura anal, es posible que el paciente tenga que someterse a otros tipos de tratamientos como, por ejemplo, inyecciones de botox en el esfínter anal o a una intervención quirúrgica menor con el fin de relajar el músculo anal. Por ello, resulta tan importante visitar al médico para tener la certeza de que el tratamiento es el más adecuado para tu caso.
Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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