Cómo tratar la enfermedad de Parkinson

Antes de comenzar a hablar sobre el tratamiento de esta enfermedad, vamos a entender de qué se trata. El Parkinson afecta directamente a las conexiones cerebrales y se va manifestando de forma progresiva en el paciente que la está sufriendo. Hasta la actualidad, no existe ninguna cura específica que pueda remitir esta enfermedad pero sí que hay diferentes medicamentos que están indicados para aliviar los síntomas y poder permitir que el paciente disfrute de una vida mucho más tranquila y de calidad.

Tenemos que saber que en el interior de nuestro cerebro tenemos una sustancia negra que es la encargada de contener la dopamina, esta hormona se encarga de coordinar nuestros movimientos y es la que se daña cuando el Parkinson empieza a florecer. La afección disminuye la producción de dopamina y, por tanto, se empieza a perder control sobre el cuerpo y los movimientos del mismo consiguiendo una menor coordinación y estabilidad.

Por este motivo, uno de los signos más característicos del Parkinson es el temblor en las manos, movimientos que la persona no puede controlar y que reflejan el poco control que tiene sobre los mismos. Pero la enfermedad también afecta a otros aspectos como es la lentitud en los movimientos y en el habla algo que, muchas veces, puede asociarse con la edad y por eso la detección puede ser más tardía.

El tratamiento del Parkinson que actualmente existe, como ya hemos dicho, tan solo consigue paliar los síntomas de la enfermedad y hacer que el paciente pueda vivir mejor; sin embargo, aún no existe una cura que pueda remitir esta afección y, por tanto, irá afectando al paciente de forma progresiva durante el transcurso de los años.

El médico tendrá que realizar un minucioso examen al afectado para determinar qué tratamiento seguir y, así, mejorar su calidad de vida. Siempre deberá estar prescrito por un médico para que pueda hacerle un seguimiento exhaustivo y cambiar la medicación, si así se requiere. En general, se recetan un tipo de medicina que está indicada para aumentar la producción de dopamina.

Además de mediante la medicación recetada por el especialista, es importante que el paciente se someta a diferentes ejercicios de rehabilitación física que le permitirá mantener las funciones de sus músculos y de su anatomía en buen estado. Por este motivo, es altamente recomendable que los enfermos de Parkinson realicen ejercicio físico de forma diaria durante, al menos, 30 minutos pero en unComo queremos remarcarte que es importante que consultes al médico antes de empezar con el entreno: no todo el mundo puede hacer los mismos ejercicios.

En general, el deporte que suele aconsejarse está indicado para mejorar la fuerza de los brazos, el torso y las piernas pero, además de los ejercicios físicos, también se deberá ir a un logopeda para mejorar el habla y mantener, el mayor tiempo posible, la capacidad comunicativa del enfermo.

El Parkinson es una enfermedad que va evolucionando de forma progresiva y los primeros signos pueden confundirse perfectamente con los estragos de la edad ya que entorpece los movimientos, perjudica el habla y provoca que la memoria se vea afectada sin capacidad para recordar acontecimientos cercanos. Sin embargo, con el paso del tiempo la enfermedad empieza a hacerse más evidente al presentar síntomas que son inconfundibles como son los siguientes:

• Dolor en las articulaciones: también puede confundirse con el paso del tiempo y la vejez pero es una de las características de la enfermedad y es que, al alterar la movilidad del cuerpo, las articulaciones empiezan a usarse en menor medida y, por tanto, empiezan a aparecer los primeros dolores.

• Poco control sobre los movimientos: al afectar a la producción de dopamina, el cuerpo empieza a moverse de forma incontrolada y algunos impulsos aparecen cuando el paciente se muestra más relajado (como es el caso del temblor en las manos).

• Rigidez muscular: también es posible que la persona sienta que su cuerpo está muy rígido, esto es porque los movimientos se limitan y su cerebro no recibe correctamente la información del resto del cuerpo.

• Movimientos lentos: la conexión que se establece entre el cuerpo y el cerebro es mucho más lenta y, por eso, el paciente sentirá que que le cuesta más moverse pero también hablar, coger un objeto, etcétera.

• Sin expresividad facial: los gestos del rostro que hacemos cuando hablamos también se debe a esa información que es gestionada por la dopamina; el Parkinson hace que esto también se vea afectado y que el paciente se muestre sin expresividad.

En este artículo de unComo te contamos de forma detallada cómo saber si una persona tiene Parkinson.

Muchas personas se preguntan si el Parkinson es hereditario y, lo cierto, es que no existe una respuesta 100% certera ya que sí que existe un tipo de enfermedad que es hereditaria y que hace que miembros de la misma familia puedan verse afectados por esta dolencia. Pero tan solo el 10% de los afectados son por motivos genéticos y el 90% restante tiene el origen de la enfermedad desconocido.

Para heredarlo tan solo hace falta que el padre o la madre tenga la enfermedad y la puede transmitir a sus hijos aunque, también, es posible que la transmisión no sea por vía directa sino que los tíos, los abuelos o los primos pueden también ser canales genéticos.

Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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