Cómo tratar el cáncer de matriz

Cómo tratar el cáncer de matriz

El cáncer de matriz o de útero es uno de los tipos de cáncer más frecuentes entre el sexo femenino, pero también uno de los que más rápido se puede detectar. Y es que puede manifestarse mediante síntomas incluso en las fases iniciales, siendo el signo más común y alertador un sangrado vaginal anormal, es decir que se observan secreciones vaginales sanguinolentas inusuales y fuera de los períodos menstruales. Ante ello, se debe consultar con el ginecólogo lo más pronto posible, pues un diagnóstico precoz de la enfermedad hace que los tratamientos posteriores sean mucho más eficaces y se aumenten enormemente las probabilidades de curación. Si quieres saber más, sigue leyendo este artículo de unComo porque te explicamos con detalles cómo tratar el cáncer de matriz en función a su gravedad.

Pasos a seguir:
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Tras el diagnóstico del cáncer de matriz, se realizarán una serie de pruebas para determinar cuál es la extensión de la enfermedad y qué partes del cuerpo han resultado afectadas por las células cancerosas. Exámenes pélvicos, ecografías, resonancias magnéticas, biopsias, citologías, exploración con tomografía..., son algunos de los procedimientos que se pueden llevar a cabo para saber cuál es el estadio del cáncer, el cual determinará la forma de tratamiento que deberá seguir la paciente en cuestión, aunque las principales opciones son la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia.

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Cuando el cáncer de matriz está en el estadio I, es decir, que únicamente se encuentra localizado en el útero y no se ha propagado más allá de este, se pueden contemplar las siguientes formas de tratamiento:

  • Cirugía (histerectomía total): extirpación del útero, a la cual puede sumarse la extracción de ganglios linfáticos de la región pélvica y abdominal para analizarlos y observar si hay otras células cancerosas.
  • Cirugía (histerectomía total) acompañada posteriormente de una radioterapia interna o externa para eliminar todas aquellas células cancerosas que puedan quedar.
  • Solo radioterapia para aquellas mujeres que no pueden ser intervenidas quirúrgicamente.
  • Cirugía acompañada posteriormente de quimioterapia adyuvante, que también puede ser con radioterapia o sin, para aquellos casos en los que hay probabilidades de que el cáncer en estadio I vuelva a desarrollarse.
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Si el cáncer de matriz está en el estadio II, significa que se ha diseminado hacia el tejido conjuntivo del cuello uterino pero que aún no se ha propagado hacia fuera del útero. En este caso concreto, las posibilidades de tratamiento son las siguientes:

  • Cirugía (histerectomía radical), en la cual se extrae el útero, los tejidos cercanos a este y la parte superior de la vagina, además de la extirpación de las trompas de Falopio y los ovarios y la extracción de ganglios linfáticos de la pelvis y el abdomen para analizarlos. Una vez que la paciente esté recuperada, tras la intervención quirúrgica se puede administrar radioterapia.
  • Administración primero de radioterapia y después se lleva a cabo una histerectomía total, una extirpación de las trompas de Falopio y los ovarios y una extracción de muestras de los ganglios linfáticos.
  • En algunos casos en los que se considere que el cáncer en estadio II puede reaparecer, tras la cirugía también se puede recomendar quimioterapia y alternarla o no con la radioterapia.
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Los cánceres de matriz en estadio III son aquellos que se han diseminado fuera del útero, pero que todavía no la han hecho más allá de la pelvis. Por lo general, en esta etapa el tratamiento incluye histerectomía, extirpación de trompas de Falopio y ovarios, disección de los ganglios linfáticos de la pelvis y paraaórticos, lavados pélvicos y posible extirpación del epiplón, que es una capa membranosa de tejido graso que recubre y sostiene los intestinos y aquellos órganos de la parte inferior de abdomen.

Este estadio se divide en subestadios en base a la distancia a la que el cáncer se haya propagado dentro de la pelvis:

  • Estadio IIIA: se ha diseminado hasta la capa más externa del útero o ha alcanzado las trompas de Falopio o los varios. El tratamiento se basa en cirugía (histerectomía radical), seguida de quimioterapia, radioterapia o una alternancia de ambas. Normalmente, la radioterapia se administra en la región pélvica o en la pelvis y el abdomen a la vez.
  • Estadio IIIB: el cáncer se ha diseminado hasta la vagina. Tras la intervención quirúrgica, se puede administrar quimioterapia, radioterapia o combinación de las dos.
  • Estadio IIIC: el cáncer se ha extendido a los ganglios linfáticos en la pelvis (IIIC1) o a los que están alrededor de la arteria aorta (III2C). En estos casos, la paciente deber someterse a la cirugía y, posteriormente, tratarse con quimioterapia y/o radioterapia.
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En el estadio IV, el cáncer se ha propagado más allá de la pelvis y se puede distinguir entre estadio IVA, que es cuando la enfermedad ha afectado ala vejiga o la pared de los intestinos, y el estadio IVB, que es cuando se ha diseminado a ganglios linfáticos que están fuera de la pelvis, incluso a los del abdomen o los de la ingle.

En la gran mayoría de estos casos, el cáncer se ha extendido tan considerablemente que no puede extirparse completamente con la cirugía, por lo que se puede combinar una histerectomía, con la extirpación de trompas de Falopio y lo ovarios, radioterapia, quimioterapia y terapia hormonal. El especialista decidirá que forma de tratamiento es la más adecuada según la extensión de la enfermedad que se presente en cada caso.

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Además de los tratamientos médicos, es conveniente que las pacientes con cáncer de matriz se sometan a terapias o métodos alternativos que les ayuden a superar la enfermedad y favorecer su bienestar en la medida de lo posible. Entre estos se encuentran, la práctica de meditación para combatir el estrés, la acupuntura para reducir los dolores, el apoyo familiar, unirse a grupos de apoyo para el cáncer, el uso de remedios naturales para disminuir los efectos de la quimioterapia o radioterapia, etc.

A ello, es importante sumarle hábitos de vida saludables, prestando especial atención a la alimentación, pues es fundamental incluir en la dieta aquellos alimentos que ayudan a reducir la proliferación de las células tumorales. En el siguiente artículo puedes ver cuáles son los mejores alimentos anticancerígenos.

Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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