La rinitis alérgica crónica es una condición que provoca la inflamación del tejido que recubre la parte interior de la nariz y que se produce como consecuencia de entrar en contacto con determinados agentes alérgenos transportados por el aire, como por ejemplo el polvo, el polen, la caspa de animales, entre otros. Hay pacientes que la padecen de forma estacional o intermitente, pero también están aquellas que sufren sus síntomas durante todo el año sin importar la época en la que se encuentren. Si quieres saber con detalle cómo se manifiesta la rinitis alérgica crónica, sigue leyendo este artículo de unComo.
Los síntomas de la rinitis alérgica se manifiestan cuando inhalas el agente o sustancia al que eres alérgico (polen, polvo, caspa, moho, etc.), pues esto es lo que provoca que el cuerpo libere químicos, incluso histamina, dando lugar a la aparición de síntomas propios de una alergia. En el caso de la rinitis alérgica de carácter crónico, los síntomas se presentan durante todo el año, aunque varían en intensidad en función de si el paciente entra en contacto o no con el alérgeno en cuestión.
Es muy importante un diagnóstico y tratamiento temprano de esta afección, ya que de lo contrario podrían darse complicaciones más graves como otitis, sinusitis, trastornos del sueño, problemas dentales, estrés y mala calidad de vida.
Los primeros síntomas de la rinitis alérgica crónica pueden aparecer pasados unos pocos minutos después de haber entrado en contacto con el agente alérgeno, y entre los más comunes encontramos los siguientes:
- Comezón nasal y/o picor en la boca, los ojos, la garganta, la piel u otra zona del cuerpo.
- Problemas de olfato.
- Salida de líquido acuoso por la nariz (rinorrea).
- Estornudos frecuentes e intensos.
- Ojos llorosos y lagrimeo.
Posteriormente, a estos síntomas iniciales se les pueden sumar otros que agravan el cuadro como los que detallamos a continuación. Es importante tener en cuenta que no todas las personas que sufren de rinitis alérgica presentarán todos y cada uno de los síntomas, sino que puede haber ausencia de alguno de ellos:
- Congestión nasal (nariz tapada).
- Oídos tapados y reducción del sentido del olfato.
- Tos.
- Dolores de garganta.
- Dolores de cabeza.
- Aparición de círculos oscuros bajo los ojos.
- Inflamación de la zona que hay debajo de los ojos.
- Cansancio y fatiga.
- Irritabilidad y nerviosismo.
Ante la manifestación de estos síntomas o la sospecha de padecer de rinitis alérgica, es fundamental que acudas a tu médico lo más rápido posible. El diagnóstico es bastante sencillo y se realiza mediante al exploración física del paciente, así como de algunas pruebas médicas que sirven para determinar qué sustancia o sustancias son las causantes de la alergia.
En base a ello, el facultativo te recetará el tratamiento más adecuado para tu caso pero, por lo general, suelen prescribirse antihistamínicos, corticoesteroides, descongestionantes nasales, así como vacunas antialérgicas en el caso de que no se pueda evitar el contacto con el alérgeno y los síntomas sean muy difíciles de controlar. Para ampliar esta información, te recomendamos consultar el artículo Cómo tratar la rinitis alérgica crónica.
Si sufres de rinitis alérgica crónica, no dudes en seguir estrictamente las indicaciones facilitadas por tu médico para evitar que la afección se agrave y acudir a urgencias en caso de fiebre elevada o si los síntomas de alergia no cesan una vez finalizado el tratamiento.
Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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