El cáncer de mama es el neoplasma más frecuente en la mujer. Los motivos de consulta son variados, y uno de ellos es la presencia de una tumoración, en la propia mama o a nivel axilar. El diagnóstico de benignidad o malignidad es anatomopatológico, pero existen algunas diferencias clínicas que ayudan a diferenciarlos. Aquí van algunas opciones que orientan a patología maligna.
Las tumoraciones del cáncer de mama suelen tener límites poco netos, son más difusos y se pierden dentro del resto de la glándula.
Su superficie suele ser irregular.
La consistencia del tumor maligno por lo general es dura, a veces leñosa e indeformable.
El tumor maligno suele contraer adherencias con la piel y los planos profundos, por lo que son muy poco móviles, se mueven en conjunto con la glándula mamaria.
Los procesos malignos suelen ser indoloros, salvo en procesos agudos o etapas avanzadas.
En algunos casos pueden encontrarse otro tipo de tumoraciones, en la misma mama, en la mama contralateral o en la axila.
Se puede acompañar de otro tipo de elementos patológicos como alteraciones en la aréola o el pezón, secreción por el pezón y lesiones en piel.
Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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- Ante la presencia de una tumoración en la mama o la axila, consultar un médico.
- El diagnóstico es anatomopatológico, las características de la tumoración solamente orientan el carácter benigno.