Precisar si el dolor es articular o no le permite al médico orientar el diagnóstico hacia un grupo determinado de patologías (problemas articulares o no articulares). A continuación se detallaran las características para intentar diferenciar el dolor articular del no articular.
El dolor articular aparece cuando la articulación está comprometida.
Se caracteriza por estar presente en todos los planos del movimiento y manifestarse tanto en los movimientos activos como en los pasivos (cuando el movimiento articular es producido por el examinador y no por el paciente).
En la articulación se pueden encontrar elementos de infección como son la inflamación, el calor y el rubor.
También puede presentar crepitación al realizar los movimientos.
La articulación puede presentar un bloqueo, es decir, una limitación a los movimientos.
Estas manifestaciones dan inestabilidad y deformación de la articulación comprometida.
El dolor no articular, o periarticular, es el que aparece en un punto determinado de la articulación o en una zona cercana a ella.
En general, solo duele en algunos planos del movimiento articular.
Los movimientos activos son dolorosos, mientras que los pasivos habitualmente duelen poco o no duelen.
Suele presentar dolor en puntos o zonas de sensibilidad, que según el lugar indican diferentes patologías.
No se acompaña de crepitación, inestabilidad o deformaciones.
Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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- El examen físico lo debe realizar un médico.