Cómo saber si tengo el himen imperforado

Cómo saber si tengo el himen imperforado

El himen es una membrana que se encuentra en la entrada de la vagina y que posee unos orificios por los cuales salen al exterior tanto las secreciones vaginales como el flujo de la menstruación. Sin embargo, puede darse el caso de que estos orificios no existan y, por consiguiente, la abertura vaginal quede completamente cubierta por el himen, lo que hace que sea imposible que el flujo y la menstruación salgan de manera adecuada. Esta condición se conoce como himen imperforado y se trata de una obstrucción de la vagina que se presenta ya desde el momento del nacimiento y de la que se desconoce su causa. Una vez diagnosticada, será necesario someterse a una pequeña cirugía para solucionar el problema. Sigue leyendo este artículo de unComo en el que explicamos cómo saber si tienes el himen imperforado y de qué manera debe tratarse.

Signos y síntomas de himen imperforado

La imperforación del himen, por lo general, no ocasiona síntomas hasta la etapa de la pubertad, cuando tiene lugar el inicio del periodo menstrual. Es en ese preciso momento, cuando la niña afectada sufre en consecuencia lo que se denomina amenorrea primaria, que es la ausencia de la menstruación a pesar de su desarrollo. Esto ocurre debido a que el flujo de sangre no puede salir hacia el exterior porque el himen no cuenta con ningún orificio y bloquea toda la abertura de la vagina. La ausencia de la menstruación debe ser un motivo urgente de consulta ginecológica, pues será la única forma de obtener un diagnóstico médico certero y seguro y poder iniciar el tratamiento o el procedimiento que se requiera en cada caso.

Los síntomas de himen imperforado pueden manifestarse cuando el flujo de la menstruación no sale al exterior y se va acumulando en la vagina, el útero y la trompas de Falopio. Esta situación puede dar lugar a síntomas como los que detallamos a continuación:

  • Dolores en la parte inferior del abdomen, los cuales pueden ser de carácter cíclico.
  • Sensación de llenura o presencia de masa en la zona inferior del abdomen.
  • Dolores de estómago.
  • Dolores en la espalda.
  • Retención urinaria (síntoma ocasional).
  • Estreñimiento (síntoma ocasional).

Diagnóstico de la imperforación del himen

Generalmente, el himen imperforado se diagnostica en el nacimiento, cuando el médico al observar la zona genital de la recién nacida contempla que el himen cubre la abertura vaginal en su totalidad y no hay ningún orificio.

En el caso de que se diagnostique en la pubertad debido a que la paciente haya acudido a consulta por amenorrea o síntomas como los que hemos descrito en el apartado anterior, el médico llevará a cabo una exploración física y exhaustiva de la pelvis y del área genital y, además, puede solicitar la realización de algunas pruebas como una ecografía y otros exámenes para asegurarse de que se trata de imperforación del himen y no de otro problema de salud. Con la ayuda de estos exámenes, también se podrá valorar la cantidad y el volumen de flujo sanguíneo acumulado, lo que será determinante para el posterior tratamiento y la evolución de la afectada.

Tratamiento del himen imperforado

El tratamiento del himen imperforado consiste en una intervención quirúrgica simple a través de la cual se realizan unas aberturas sobre el himen para extraer la membrana extra y permitir la salida del flujo menstrual y de las secreciones vaginales. Es importante señalar que cuando esta condición es diagnosticada en el momento del nacimiento, se esperará a que la niña crezca y haya iniciado la pubertad para realizarle esta operación; normalmente, se lleva a cabo cuando las mamas se están desarrollando, se presenta un poco de vello púbico pero aún no le ha llegado la menstruación; esto puede ser alrededor de los 8 o 9 años de edad.

La intervención quirúrgica no suele conllevar mayores complicaciones, pues las posibilidades de dañar otros órganos internos es prácticamente nula, y es que la operación se lleva a cabo en la zona más externa y superficial del área genital femenina. Así mismo, el riesgo de infección o sangrado abundante es mínimo y en caso de que se presentaran problema de esta índole, serían muy fáciles de tratar y solucionar.

Por otro lado, conviene aclarar que el hecho de tener que someterse a este tipo de cirugía no implica problemas de fertilidad ni reduce las probabilidades de tener hijos en un futuro, pues en casi ningún caso se ven afectados los órganos que intervienen en la fecundación y la gestación. No obstante, sí que es necesario un diagnóstico y un tratamiento precoz, ya que si se detecta de manera muy tardía o no se trata, puede aumentar las posibilidades de sufrir afecciones como endometriosis, adenosis vaginal o hemoperitoneo.

Cuidados y precauciones después de la cirugía

Tras la intervención quirúrgica, es muy importante tener en cuenta una serie de medidas y cuidados que aseguren el bienestar de la paciente y permitan que la herida sane lo antes posible. Así, se debe prestar especial atención a pautas como las siguientes:

  • Guardar reposo durante las primeras 24 horas después de la operación. Por lo general, el segundo día la paciente ya está en buenas condiciones y puede hacer vida normal, aunque se deben evitar las actividades físicas y/o los grandes esfuerzos.
  • Es recomendable evitar el consumo de comidas irritantes durante las primeras 24 horas tras la intervención.
  • No es necesario llevar una cura específica de las heridas, pues estas son muy pequeñas e internas, por lo que sanarán por sí solas.
  • Es posible que el médico recomiende la introducción de un dilatador en la vagina durante unos 15 minutos al día después de la operación. De esta manera, la incisión no se cerrará y la abertura vaginal se mantendrá abierta.

Es probable que el médico solicite una visita médica con la paciente a los 8, 15 y 30 días de la intervención para revisar cómo van evolucionando las heridas y la cicatrización de las mismas. Será fundamental acudir con urgencia a un centro médico si se presentan signos de infección después de la cirugía, como dolores, secreción de pus o fiebre elevada, o bien si se observa que la abertura vaginal se está cerrando o el dilatado no entra con facilidad y provoca molestias en el momento de insertarlo.

Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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