Algunos niños fingen estar enfermos para no ir al colegio o no realizar alguna actividad en concreto. En determinadas ocasiones, puede resultar difícil descubrir que están mintiendo, pero existen algunas claves que nos podrán ayudar a darnos cuenta de que los síntomas y dolencias son inventados. Por ello, en unComo te explicamos algunos consejos acerca de cómo saber si tu hijo finge estar enfermo.
En primer lugar, siempre resulta necesario llevar a los niños al pediatra o médico especialista cuando dicen encontrarse mal. De este modo, será la forma más clara y evidente de determinar si padecen alguna enfermedad o afección o, en cambio, se trata de algo fingido.
Si dicen estar enfermos reiteradamente pero el examen físico del pediatra no descubre ningún problema, también pudiera ser útil realizar un examen de sangre. Y es que algunas enfermedades comunes que generan cansancio, fatiga, apatía, etc., como por ejemplo la anemia, no se evidencian sino a través de una analítica.
En muchas ocasiones, no accederán a ir al médico por miedo a ser descubiertos y las dolencias parecerán desaparecer por momentos. De este modo, podremos empezar a intuir que nuestros hijos podrían querer engañarnos y fingen estar enfermos.
Asimismo, otro de los hechos que pueden ayudarnos a saber si los niños fingen estar enfermos es fijarnos en el momento en qué dicen encontrarse mal. Y es que muchos pequeños afirman estar enfermos para intentar eludir clases, exámenes o incluso actividades extraescolares. Por ello, es común que los supuestos síntomas aparezcan a primera hora de la mañana o, por ejemplo, determinados días en los que deben hacer algo que no quieren.
El hecho de no querer ir al colegio puede ser indicio de hechos como el abuso o acoso escolar, por lo que deberemos estar atentos a otros síntomas que pudieran denotar este tipo de problemáticas. Para ello, te recomendamos consultar nuestro artículo acerca de cómo actuar si mi hijo no quiere ir a la escuela.
También puede ayudarte a saber si tu hijo finge estar enfermo la duración de los supuestos síntomas, es decir, comprobar durante cuánto tiempo dicen encontrarse mal. Si por ejemplo se encuentra mal al levantarse y le dejamos quedarse en casa, pero al cabo de un rato parece haber olvidado que "está enfermo", puede que no esté tan mal.
Del mismo modo, puedes tratar de ponerles a prueba para comprobar si fingen estar enfermos o realmente les duele algo. Por ejemplo, si aseguran tener dolor de estómago, prepara su plato favorito u ofréceles un postre tentador; en caso de que accedan a comerlo, podremos dudar sobre la credibilidad de sus dolencias.
En aquellos casos en los que esta situación sea más habitual de lo normal, será necesario hablar con sus profesores para investigar qué puede estar ocurriendo. Si fuera necesario, un psicólogo o especialista podrá ayudarnos a intentar poner fin a los dolores fingidos y enfermedades inventadas.
Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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