Cuando hablamos de síntomas catatónicos, nos referimos fundamentalmente a dificultades en la actividad motora. Es decir, la persona que presenta síntomas catatónicos muestra ciertos rasgos y aspectos en su actividad motora que permite elucidar fácilmente que nos encontramos frente a este tipo de síntomas. Los síntomas catatónicos pueden presentarse en varios trastornos, tales como, episodio maniaco, episodio depresivo mayor, episodio mixto, esquizofrenia, etc. Las consecuencias que acarrea este tipo de síntomas pueden ser, entre otras, malnutrición, agotamiento y autolesiones. A continuación, les presentaremos, cómo reconocer los síntomas catatónicos.
Inmovilidad motora. Esta se puede manifestar por la catalepsia o por el estupor. El cuerpo mantiene una postura rígida, el cuerpo, así como sus miembros se mantienen con absoluta rigidez. Es decir, que la persona se queda absolutamente quieta. Si por ejemplo, le movemos un brazo, éste va a quedar en la posición en la que nosotros lo pusimos. La persona parece desconectada del mundo exterior sin poder responder a los diversos estímulos externos.
Actividad motora excesiva. La persona que padece síntomas catatónicos, también puede presentar una excesiva actividad motora, la cual se caracteriza por no tener un propósito. Es decir, parece no estar dirigida con ningún fin. Al mismo tiempo, esta actividad no es influida por estímulos externos, es decir, no es en respuesta de algo que se presenta en el ámbito en el cual se desenvuelve la persona.
Negativismo extremo. Esto tiene que ver con una resistencia incomprensible ante cualquier orden que se le dé. Si le pedimos a la persona que se mueva o que cambie de posición, no vamos a recibir ningún tipo de cambio. Este negativismo extremo también se manifiesta a través del mantenimiento de una postura rígida que impide que lo movamos. Por ejemplo, en algunos casos, resulta imposible intentar moverlos dado la rigidez en la cual se mantienen.
Movimientos voluntarios. La persona puede adoptar posturas voluntarias caracterizadas por su particularidad, ya sea por su extrañeza o por lo inapropiado que resulta para la situación. También, son frecuentes los movimientos estereotipados, es decir, movimientos repetitivos que no tienen una función concreta, como por ejemplo, el balanceo del cuerpo o de la cabeza. Otra característica de este tipo de movimientos es la gesticulación exagerada.
Ecolalia o ecopraxia. En cuanto a la ecolalia, esta se caracteriza por la repetición continua y sin sentido de las palabras que dicen los demás. Suele repetir incesantemente lo que le dicen sin obtener otro tipo de respuesta. Por otra parte, también es común la ecopraxia. Ésta se caracteriza por la repetición de los movimientos que está realizando otra persona.
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- Si crees que alguien padece de síntomas catatónicos, consulta a un especialista.