Cómo identificar lunares malignos

Cómo identificar lunares malignos

Hay quienes consideran que los lunares son sensuales y están los que se avergüenzan de sus lunares. Hay lunares sexys, lunares famosos, lunares con formas graciosas y también hay lunares malignos. ¿Qué son los lunares? Son el resultado de un conjunto de células melanocitos -responsables de dar color a la piel- que crecen agrupadas y forman una mancha.

Los lunares pueden ser benignos e incluso se puede nacer con lunares, sin embargo, también pueden ser los portadores del cáncer de piel, por lo que es preciso reconocer forma, color, tamaño y cualquier otro cambio que pueda representar un signo de alerta. Si quieres saber cómo identificar lunares malignos, lee con atención las características y consejos que te ofrecemos en este artículo de unComo.

Pasos a seguir:
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Para identificar lunares malignos primero es necesario saber cómo lucen los lunares benignos. Los lunares que no representan ningún tipo de alerta son de tonalidad marrón, pueden ser planos o en relieve y los caracteriza principalmente su forma ovalada y con bordes uniformes. Estos lunares son simétricos, pueden tener hasta dos colores y miden menos de seis milímetros.

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Para aprender a identificar lunares malignos es necesario tener en cuenta los siguientes aspectos: forma, tamaño, bordes y color. Incluso cuando un lunar es benigno o de nacimiento hay que estar atentos de que no presente alguna modificación en su apariencia que represente algún cambio considerable de estos cuatro elementos que hay que vigilar en los lunares.

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Para identificar lunares malignos hay que estar atentos a la forma del lunar. Por lo general un lunar maligno es de forma asimétrica, es decir, no es redondo y tampoco ovalado. Esto se puede identificar fácilmente comparando las dos mitades de un lunar: en el caso benigno deberían ser iguales, en el caso maligno son desiguales.

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Analizar los bordes de un lunar nos permite identificar lunares malignos. Una señal de alerta es la presencia de bordes irregulares, aquellos que dificultan la tarea de definir dónde comienza y termina el lunar. El borde del lunar no debe confundirse con la asimetría de la forma, ambos factores deben ser analizados por separado.

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Hay que estar atentos a el color o cambios en la tonalidad del lunar para identificar lunares malignos. Cuando un lunar no es benigno presenta varios colores, por lo general más de dos, y estos son más evidentes en el punto céntrico del lunar. Un ejemplo puede ser que un lunar presente colores negro, rojo y marrón.

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Otra característica que hay que observar para identificar lunares malignos es el tamaño. Se estima que los lunares malignos superan los seis milímetros de diámetro o aumentan de tamaño con el paso del tiempo. Un lunar que mida más de un centímetro debe ser analizado por un especialista. Un lunar malito también puede crecer más en una mitad que en otra.

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Los lunares malignos pueden presentar síntomas como picazón, inflamación, dolor, sangrado o úlceras. También se debe estar atento ante un lunar nuevo que aparezca de imprevisto y cuya tonalidad sea muy oscura o de color negro.

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Si existen antecedentes de cáncer de piel en la familia es necesario visitar dos veces al año al dermatólogo para realizar un scan completo de la piel e inspeccionar todos los lunares del cuerpo para poder identificar lunares malignos a tiempo. De igual modo, si tiene un lunar que cumple con algunas de las características mencionadas anteriormente es necesario que pida una cita con un especialista para analizar o retirar el lunar.

Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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