El miedo a las agujas y las inyecciones es algo frecuente, hay quien tiene pánico y hay a quien simplemente le duelen y no le hace ninguna gracia. Pero por cuidar de nuestra salud debemos superar estos miedos o, al menos, intentar no pasarlo tan mal cuando lo vivimos. Si eres de los que sufre cuando ve una aguja, pero debes enfrentarte a ello ya sea por vacunas, análisis o porque tienes que seguir un tratamiento que requiere inyecciones cada poco tiempo o por alguna situación similar, sigue leyendo este artículo de unCOMO y descubre cómo hacer que las inyecciones no duelan.
Quitarle importancia a las inyecciones
Si te preguntas cómo hacer que las inyecciones no duelan tanto, debes saber que lo más importante cuando sabemos que tendremos que ir al médico a pincharnos por vacunas, análisis o tratamientos, es que nos empecemos a mentalizar de que es algo momentáneo y que debemos hacerlo por nuestra salud, debemos intentar quitarle importancia.
Aún así, hay que saber que el dolor después de una inyección intramuscular en el glúteo o en otras partes del cuerpo es totalmente normal pero que es algo pasajero y que para evitar que durante el momento que nos la ponen no duela tanto, lo mejor es relajar el músculo como veremos más adelante en este artículo.
Pero, si realmente no nos conseguimos mentalizar y llevarlo bien, podemos hacer varias cosas para lograr que se nos haga más fácil, como veremos a continuación.
Relajación antes de una inyección
Primero deberás intentar relajarte y distraerte de alguna forma. Para ello, es recomendable que un rato antes de la hora a la que tengas cita con el doctor o con la enfermera empieces a practicar ejercicios de respiración profunda que te ayuden a calmar tu mente y tu cuerpo.
Asimismo, puedes probar más formas de relajarte y sobre todo procura distraerte. Por ejemplo, puedes escuchar tu lista de música preferida o leer un libro o una revista mientras esperas a tu turno, verás que el tiempo se te pasa mucho más rápido y ese rato no has estado dando vueltas a la idea de la inyección.
Infusiones relajantes para antes de una inyección
Si te preguntas qué otras técnicas hay como respuesta a la duda sobre cómo hacer que las vacunas no te duelan, o los análisis de sangre o las inyecciones con medicinas, debes saber que otra opción muy es que un rato antes te tomes alguna infusión que te ayude a bajar la ansiedad y los nervios. Puedes probar con una infusión de tila alpina o un poleo menta, pero evita a toda costa tomar café, té o refrescos con cafeína o teína que solo te servirán para aumentar la energía y, por consiguiente, los nervios ante la situación de una inyección inminente.
Aplicar presión y masajear la zona de la inyección
Intenta acostumbrar a tu cuerpo a la sensación que va a sentir cuando te pongan la inyección o vacuna. Mientras esperas, masajea la zona en la que sabes que te van a pinchar y aplica algo de presión con los dedos y así esa parte de tu cuerpo ya conocerá esa sensación y el pinchazo será menos doloroso. Otro ejercicio que te ayudará a relajarte y a destensar los músculos del brazo es que aprietes una pelota antiestrés o blanda durante un rato.
Habla con la enfermera o el médico
Cuando te toque entrar a la consulta habla con quién te va a poner la inyección. Coméntale a la enfermera o al médico que tienes miedo, inseguridad, que lo pasas mal o algo para que sepa cómo te sientes, te ayudarán a calmarte. En el caso de los análisis es realmente importante que comentes este malestar o si te mareas normalmente para que te lo hagan estirado y así evites un mareo o un desmayo. También, según cual sea el caso, puedes preguntar si es posible que te apliquen un poco de anestesia tópica, sobre todo si sabes de antemano que tanto el pinchazo de la inyección como el medicamento que te apliquen te van a suponer mucho dolor, como sucede con las inyecciones de penicilina.
Otras técnicas para hacer que las inyecciones no duelan tanto
Procura tener los músculos relajados en la zona en la que te van a pinchar en el momento exacto de la inyección. Si están tensos a la aguja le cuesta más penetrar y por lo tanto dolerá más, en cambio si estamos relajados notaremos un leve pinchazo que en un segundo habrá pasado. Si te da mucho miedo, es mejor que no mires la aguja ni la parte en la que te van a pinchar y respira hondo aguantando la respiración en cuanto te indiquen que te van a pinchar o en cuanto empieces a notarlo. Puedes intentar imaginar que estás en tu lugar favorito o en un sitio al que te gustaría ir, piensa en cosas agradables y te será más fácil aguantar esos segundos que dura una inyección.
Cómo evitar el dolor después de la inyección
Cuando ya te hayan puesto la inyección procura mantener algo de presión durante unos pocos minutos con un algodón o gasa que te darán. Esto ayudará por un lado a que no se infecte la herida, puesto que te darán el algodón impregnado de alcohol o algún producto similar, y por otro lado la presión te ayudará no sentir el dolor tan intensamente, además, si se tratara de un análisis esto ayudaría a cerrar la herida y coagular.
Cuando hayan pasado unos minutos retira el algodón y procura mover la parte del cuerpo en la que te han pinchado de forma normal, ya que si la tensas o haces algunos gestos o posturas raras te dolerá más y pasará más tiempo hasta que se te pase la sensación. Si después de unas horas no se te alivia el dolor o si se te inflama la zona, masajea suavemente esa parte para aliviar y favorecer la circulación o, según te encuentres, tómate algún antiinflamatorio que te haya recomendado el médico previamente.
Si sigues estos consejos verás como no te duelen las inyecciones o vacunas o, por lo menos, vas normalizando la angustia que te crean y así se te hace más fácil y algo menos doloroso. Si te ha servido conocer cómo hacer que las inyecciones no duelan, puedes leer este artículo sobre cómo superar el miedo a las agujas.
Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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