Cómo hacer ejercicio si tengo una hernia
Hacer ejercicio si tienes una hernia requerirá la autorización previa de tu médico, que es el que mejor sabe el estado de tu enfermedad. En ocasiones, puede ser beneficioso ya que, al fortalecer la musculatura, reducirás la posibilidad de que vuelva a producirse la hernia. La natación, en general, es el deporte más indicado, aunque todo depende de tus circunstancias personales y del tipo de hernia que padezcas. En unComo.com te ayudamos a responder a la pregunta de cómo hacer ejercicio si tengo una hernia.
Antes de nada, hacer ejercicio si tienes una hernia puede ser muy peligroso y complicar tu enfermedad; así que lo que tienes que hacer antes de ponerte manos a la obra es comentarle a tu médico tu intención de comenzar a practicar deporte para que este te autorice a hacerlo y te aconseje la actividad más apropiada en función de la hernia que padezcas.
En el caso de que se trate de una hernia discal, lo más indicado es que hagas ejercicio en medio acuático, para que la columna no tenga que soportar todo el peso de tu cuerpo mientras practicas deporte. Por ello, lo más conveniente es que practiques natación a ritmo suave e, insistimos, siempre consultando a tu médico que es el que conoce en qué fase se encuentra tu enfermedad y si no es perjudicial hacer ejercicio. En todo caso, siempre debes evitar los deportes de alto impacto como baloncesto, saltar, correr o tenis.
El tipo de hernia más común es la inguinal, es decir, la que se padece en la ingle. En este caso, para hacer ejercicio con una hernia inguinal o abdominal tendrás que ver cómo responde tu cuerpo y evitar en todo caso actividades como las abdominales o las sentadillas, cuya práctica ejerce demasiada presión sobre la zona. En este caso y, siempre que no sientas dolor, lo mejor es que hagas natación u otro deporte acuático.
Si ya te has operado de la hernia y quieres comenzar a hacer deporte, siempre con el visto bueno de tu médico, hazlo de forma progresiva tanto en cuanto al ritmo, como al número de series que realizas y el tiempo diario que le dedicas. Escucha bien a tu cuerpo, cesando el ejercicio siempre que sientas dolor ya que, de otro modo, corres el riesgo de cronificar tu dolencia.
Para la recuperación de una operación de hernia, también es conveniente comenzar con natación, de forma que puedas reforzar tu musculatura sin que sea ejerciendo una presión directa sobre la zona. Sé paciente y respeta los tiempos que tu médico te indique para comenzar a hacer ejercicio con una hernia tras haberte operado.
Para hacer ejercicio con una hernia, se hacen mucho más imprescindibles que en condiciones normales los calentamientos previos. Lee este artículo en el que te explicamos cómo calentar en el gimnasio, de modo que conozcas rutinas para preparar tu cuerpo de cara al ejercicio. El calentamiento no es otra cosa que el proceso que permite a tu organismo alcanzar la temperatura ideal para hacer deporte minimizando el riesgo de lesión. Cuando haces ejercicio con una hernia, siempre debes tener en cuenta este paso previo.
Trabajar la elasticidad es una buena forma de prevenir las hernias y que vuelvan a surgir después de haberte recuperado. Lee en este artículo diferentes formas para mejorar tu elasticidad y céntrate en aquellas localizadas en la zona en la que hayas padecido tu hernia.
Siempre ten en cuenta las indicaciones de tu médico para hacer ejercicio con hernia, ya que la tendencia a la cronificación es muy alta en este tipo de patologías.
Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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