El trastorno obsesivo-compulsivo o TOC es un trastorno de ansiedad caracterizado por pensamientos persistentes que producen temor, inquietud y conductas repetitivas que buscan reducir la ansiedad de quien lo padece. Las personas que padecen este trastorno, en muchas ocasiones no saben cómo afrontarlo. Os mostramos cómo enfrentarse al trastorno obsesivo-compulsivo.
Enfrentarse al trastorno obsesivo-compulsivo no es fácil. El individuo no tiene las herramientas necesarias para hacerlo, por tanto, es imprescindible que acuda a un profesional que pueda tratar su caso mediante una terapia. Este es, sin duda, el paso más importarte para enfrentarnos a este problema. No obstante, puede ser útil conocer cómo saber si una persona tiene trastorno obsesivo-compulsivo, así como también existen ciertos puntos interesantes que podemos intentar poner en práctica nosotros mismos.
Para aprender a sobrellevar el TOC, es necesario saber qué es exactamente lo que causa nuestros problemas de ansiedad. Generalmente suelen ser episodios traumáticos en los que el individuo no ha sabido o no sabe reaccionar. El TOC ayuda erróneamente a controlar de alguna forma estos episodios, focalizando así la ansiedad en otro tipo de conductas.
Por ejemplo, podría pasar que una persona que sufre ansiedad al quedarse solo en casa, revise constantemente la llave del gas o las cerraduras de las puertas. Es importante por tanto saber qué es lo que causa estos episodios, sin duda la parte más compleja.
En ocasiones, el TOC es la manifestación de problemas de ira reprimida. Muchas veces, los individuos no saben manejar las situaciones de estrés o incluso de enfado. Al reprimir estos sentimientos, trastornos como el TOC pueden surgir. Para ello, es importante que el individuo pueda identificarlas y saber el motivo por el que reprime dichos sentimientos.
Intentar enfrentarse al trastorno obsesivo-compulsivo y acabar con este de raíz y sin comprender la naturaleza del mismo es un gran error. Si una persona actúa de determinada forma para aliviar su ansiedad, puede ser perjudicial acabar con esas herramientas impuestas por el individuo sin comprender por qué actúa así. Esto sólo conseguirá que la persona muestre un episodio de ansiedad mucho más acusado.
Una buena forma de atacar al TOC es intentar cambiar los comportamientos irracionales por otros comportamientos más saludables. Por ejemplo, podemos intentar realizar ejercicios de respiración para mitigar la ansiedad o preguntarnos a nosotros mismos por qué estamos realizando determinados actos. Si sentimos la necesidad imperiosa de lavarnos las manos 20 veces al día, es bueno decirnos que no pasará nada si reducimos estas a la mitad. Sin duda es un comienzo.
Está comprobado que realizar ejercicio así como actividades como el yoga o la meditación, consiguen que nuestra mente esté mucho más despejada y nos sintamos mejor con nosotros mismos. Esto puede ser beneficioso para la terapia, pues actividades como por ejemplo el yoga, nos dan herramientas de relajación para afrontar estos momentos de ansiedad.
Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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