Suele ser muy frecuente verse afectado por dolores abdominales que suben hacia nuestro pecho, lo cual a veces llega a preocuparnos. Dependiendo de los antecedentes y tipo de vida de cada persona, está bien acudir a un especialista o cambiar ciertos hábitos de vida, ya que a veces estos dolores no son más que gases que se acumulan en nuestro organismo. En unComo.com te explicamos cómo diferenciar entre un dolor de pecho y gases para que puedas ponerles remedio.
Los gases suelen provocar dolores muy intensos y de forma muy aguda por ciertas partes del cuerpo. Pueden provocar dolor abdominal alto y bajo, también acumularse por la zona del pecho sin embargo suelen desaparecer. Si ves que tu dolor es persistente y no pasa, mantente atento los síntomas por si es necesario acudir a un especialista.
Los gases suelen provocar inflamación, de manera que si sientes el estómago inflamado, no dudes de que serán gases. Esto te llevará a tener muchas ganas de producir flatulencia. Se recomienda un buen remedio casero: una infusión de manzanilla mezclada con anís, de esta forma se aliviarán los gases rápidamente.
Una buena medida para saber si lo que tenemos son gases es atender a los alimentos ingeridos anteriormente, y comprobar si hemos tomado algo que pueda provocar gases. Hay alimentos que dependiendo el caso de cada persona, pueden hacer mal y provocar hinchazón y gases. Revísate, conoce aquello que te va mal y te provoca gases.
Existen síntomas muy marcados que son los que nos alejan de los gases, en estos casos hay que detenerse y contactar lo antes posible con un especialista que nos atienda y nos auxilie: dificultad al respirar, dolor en el brazo izquierdo y toda esta parte del pecho, sudoración, dolor de la mandíbula. Estos suelen ser los síntomas más acusados que nos permiten detectar un infarto.
En muchos casos en los que sólo sentimos un dolor de pecho intenso y nos da algo de fiebre, diarreas o vómitos tenemos que pensar que se trata de alguna infección estomacal y que es necesario que nos examine algún especialista capaz de tratarnos y medicarnos para acabar con la infección.
Una vez clara las diferencias entre gases y un posible infarto, examinemos también nuestro entorno y nuestro estilo de vida para detectar de qué posible dolor se trata: tener en cuenta si tenemos antecedentes con algún problema grave, si llevamos un estilo de vida saludable, nuestra alimentación es correcta y si en nuestra familia existe algún caso de infarto.
Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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- Acudir a un especialista siempre que surjan dudas.
- Controlar nuestra alimentación y evitar alimentos que nos provoquen hinchazón.
- Realizar ejercicio físico de forma gradual.