Cómo curar una tendinitis

La tendinitis es una condición que se caracteriza por la inflamación o irritación de un tendón, que es la estructura fibrosa que une el músculo al hueso. Los tendones son responsables de transmitir la fuerza generada por los músculos para permitir el movimiento de las articulaciones.

La tendinitis puede ocurrir en cualquier tendón del cuerpo, pero es más común en ciertas áreas como el hombro, el codo, la rodilla, la muñeca y el talón. Algunas de las causas más comunes de la tendinitis incluyen:

• Uso excesivo: El uso repetitivo o excesivo de un tendón, ya sea en actividades deportivas o en tareas laborales, puede llevar a la tendinitis. Esto ocurre cuando los tendones no tienen suficiente tiempo para descansar y recuperarse entre las actividades, lo que resulta en una inflamación crónica.
• Lesiones: Las lesiones agudas, como tirones, desgarros o traumatismos directos en los tendones, pueden desencadenar la tendinitis. Estas lesiones pueden ocurrir durante la práctica deportiva, una caída o un accidente.
• Mala técnica o postura: Una técnica incorrecta al realizar ciertas actividades físicas o una postura incorrecta durante períodos prolongados de tiempo puede ejercer estrés adicional en los tendones, lo que puede llevar a su inflamación.
• Factores biomecánicos: Algunas personas pueden tener una predisposición a desarrollar tendinitis debido a factores biomecánicos, como una mala alineación articular, desequilibrios musculares o una estructura anatómica particular que coloca más tensión en ciertos tendones.
• Envejecimiento: Con el envejecimiento, los tendones pueden volverse más débiles, menos flexibles y más propensos a la inflamación. Esto puede aumentar el riesgo de desarrollar tendinitis.

Es importante tener en cuenta que la tendinitis puede variar en gravedad, desde una irritación leve y autolimitada hasta una condición crónica y debilitante. Si experimentas síntomas como dolor, sensibilidad, hinchazón o limitación del movimiento en un tendón, es recomendable buscar atención médica para un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento apropiado.

Es muy importante la prevención de las tendinitis, especialmente al hacer deporte. Para ello, será necesario realizar diferentes cosas:

• Realiza ejercicios de calentamiento: Antes de participar en cualquier actividad física o deporte, es importante calentar adecuadamente los músculos y los tendones. Esto puede incluir estiramientos suaves y ejercicios de movilidad articular para preparar el cuerpo para el esfuerzo.
• Evita movimientos repetitivos: Si realizas actividades que implican movimientos repetitivos, como escribir en el teclado, usar el ratón o levantar objetos pesados de manera constante, intenta tomar descansos regulares para darle tiempo a tus tendones para que se relajen y se recuperen.
• Mejora tu técnica: Asegúrate de utilizar la técnica adecuada al realizar cualquier actividad física. Si practicas deportes o actividades que involucran movimientos específicos, busca la orientación de un entrenador o instructor para aprender la técnica correcta y reducir el estrés en los tendones.
• Fortalece tus músculos y tendones: Mantener tus músculos y tendones fuertes puede ayudar a prevenir lesiones y reducir el riesgo de tendinitis. Realiza ejercicios de fortalecimiento que se centren en los grupos musculares relevantes para las actividades que practicas.
• No ignores el dolor: Si experimentas dolor en una articulación o un tendón, no lo ignores. Descansa y evita actividades que puedan empeorar la lesión. Si el dolor persiste o empeora, busca atención médica para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
• Modera la intensidad de tus actividades: Evita aumentar repentinamente la intensidad o duración de tus actividades físicas. Aumenta gradualmente la carga de trabajo para darle a tu cuerpo tiempo para adaptarse y fortalecerse.
• Utiliza el equipo adecuado: Asegúrate de utilizar el equipo adecuado y asegúrate de que esté correctamente ajustado para evitar el estrés adicional en tus tendones. Esto puede incluir calzado deportivo adecuado, muñequeras, coderas u otros dispositivos de soporte según sea necesario.

En caso de que creas sufrir tendinitis, deberás acudir a una consulta médica para que el especialista te examine y haga el diagnóstico apropiado. De esta forma, también podrá recetarte el tratamiento adecuado que, en el caso de los tendones inflamados, suele basarse en medicamentos antiinflamatorios para reducir la hinchazón y, por lo tanto, el dolor.

En algunos casos, para curar la tendinitis será necesario inmovilizar la zona en cuestión, ya sea mediante un vendaje, escayola, etc. El objetivo será evitar movimientos bruscos en esa área inflamada y prevenir que se convierta en un dolor crónico.

Asimismo, puede ayudarnos a tratar la tendinitis el realizar un tratamiento de frío-calor sobre el área adolorida. Deberán aplicarse compresas de frío durante unos 20 minutos unas 5 veces al día; para ello, podemos usar hielo envuelto en un paño o toalla para que no toque directamente sobre la piel o bien optar por compresas reutilizables. Por otro lado, aplicaremos también compresas calientes unas 4 veces más durante el mismo tiempo. Para poder hacerlo correctamente y con comodidad te recomendamos que compres compresas de frío/calor como las de la imagen.

Los masajes también suelen ser útiles para los casos de tendinitis, pero siempre deberán realizarse por un fisioterapeuta o especialista, ya que de lo contrario podrían resultar contraproducentes.

Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

Si deseas leer más artículos parecidos a Cómo curar una tendinitis, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Enfermedades y efectos secundarios.

• No sobrecargues tus tendones y músculos.
• Realiza calentamientos antes de hacer deporte o actividad física.
• Visita el médico en caso de que creas que sufres tendinitis.