Cómo curar el herpes zóster

Cómo curar el herpes zóster
Imagen: www.plantasyremedios.com

El herpes zóster, conocido popularmente como culebrilla, es una erupción cutánea que se manifiesta con vesículas o ampollas muy dolorosas y que está causada por el mismo virus que ocasiona la varicela (varicella-zoster). Las ampollas que aparecen suelen seguir el recorrido del nervio del cuerpo que ha sido afectado por el virus, y entre los síntomas más destacados encontramos un intenso dolor, picor y ardor en la zona infectada, así como un cuadro de malestar general. Es fundamental tratar la infección desde que aparecen los primeros síntomas para evitar que se agrave, por ello en este artículo de unCOMO te contamos cómo curar el herpes zóster.

Cuáles son los síntomas del herpes zoster

Aunque en un primer momento únicamente el paciente puede sentir malestar general y presentar un poco de fiebre, a los pocos días el herpes zóster se manifiesta en el cuerpo y aparecen ampollas en un lado del cuerpo, normalmente en la zona torácica o lumbar, agrupándose en una especie de hilera.

El sarpullido del herpes zóster es bastante peculiar, por lo que el diagnóstico médico es relativamente sencillo. Examinando la erupción, el médico puede determinar de qué se trata y recomendarte el tratamiento más adecuado para tu caso. En raras ocasiones, es necesario la realización de exámenes pero estos consisten en tomar una muestra de la piel para que sea analizada en un laboratorio y se identifique de forma definitiva el virus de la varicella-zoster.

Tratamiento efectivo para el herpes zoster

Toma en cuenta que el virus del herpes zóster no puede eliminarse del organismo mediante un tratamiento específico, pero sí es importante que el médico nos recete determinados medicamentos que ayudarán a aliviar y reducir los síntomas de la infección. Así, la recuperación será más rápida y mucho menos dolorosa.

Normalmente para curar el herpes zóster, el médico puede prescribir un antiviral, un medicamento eficaz para combatir el virus, aliviar los dolores propios de esta afección, así como para evitar que esta se agrave y acortar el período de recuperación. Los medicamentos antivirales más frecuentes para la cura de la culebrilla son aciclovir, famciclovir y valaciclovir. Se trata de fármacos que suelen administrarse por vía oral a modo de pastillas.

Hay medicamentos antiinflamatorios bastantes fuertes denominados corticosteroides que también pueden ser recetados por el médico y que funcionan para reducir la inflamación, aliviar el dolor que ocasionan las ampollas y acelerar la cura del herpes zóster.

Otros medicamentos que el médico puede recomendarte para tratar el herpes zóster son los analgésicos para calmar el dolor, los antihistamínicos para disminuir los picores o una crema específica indicada para reducir el riesgo de padecer neuralgia postherpética, un dolor permanente o intermitente que permanece en la zona afectada por la culebrilla una vez ya ha desaparecido la infección.

Además de los fármacos, para curar el herpes zóster con mayor rapidez es importante mantener las ampollas y la zona de alrededor bien limpias y secas, no aplicar cremas ni productos cosméticos en el área de la infección y evitar usar ropa demasiado ajustada.

Si quieres complementar el tratamiento médico con algunas soluciones naturales que te ayuden a superar el herpes zóster, consulta el artículo Cómo curar el herpes zóster con remedios caseros.

Quiénes contraen el herpes zóster

El herpes zóster generalmente afecta a personas que han tenido varicela en el pasado. Aproximadamente el 90% de la población adulta ha tenido varicela en algún momento de su vida, lo que significa que la mayoría de las personas son susceptibles al herpes zóster. Sin embargo, no todas las personas que han tenido varicela desarrollarán herpes zóster.

Además, hay ciertos factores de riesgo que pueden aumentar las posibilidades de desarrollar herpes zóster. Estos incluyen:

  • Edad avanzada: El riesgo de herpes zóster aumenta con la edad, siendo más común en personas mayores de 50 años.
  • Sistema inmunológico debilitado: En casos muy específicos como puede ser el del paciente con VIH positivo y un sistema inmunológico muy debilitado, los medicamentos antivirales pueden no ser efectivos. Por ello, es probable que sea necesario administrar el medicamento por vía intravenosa y el paciente requiera hospitalización.
  • Estrés y fatiga: El estrés prolongado y la fatiga pueden debilitar el sistema inmunológico y aumentar el riesgo de herpes zóster.
  • Lesiones en la piel: Lesiones o traumatismos en la piel pueden aumentar el riesgo de desarrollar herpes zóster en el área afectada.

Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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