Cómo ayudar a mi hijo con dislexia a leer

Cómo ayudar a mi hijo con dislexia a leer
Imagen: problemainfantil.com

Desde uncomo.com te hemos hablado sobre cómo fomentar la lectura infantil, y es que es muy importante crear este hábito de la lectura desde que son muy pequeños. Leer ayuda a nuestros hijos a fomentar un pensamiento reflexivo y a tener imaginación, entre otros. Cuando se tiene un hijo con dislexia también hay que fomentar este hábito. Aunque tu hijo presente dificultades para leer, tienes que ayudarle a que lea, porque aunque le cueste tiene que saber que es capaz de hacerlo. Por eso desde uncomo.com te queremos orientar a cómo ayudar a mi hijo con dislexia a leer.

Juegos para incentivar la conciencia fonológica

Es muy importante que para que puedas ayudar a tu hijo/a lo hagas mediante el juego y nunca mediante los castigos o las reprimendas. Para ello, pasa tiempo con tu hijo y no le critiques cuando lo haga mal, y sí elógiale cuando lo haga bien.

Te propongo algunos juegos para potenciar su conciencia fonológica y de este modo ayudarle mediante el juego a la lectura:

  • Elije la primera letra del nombre de tu hijo o una al azar, y durante el día busca objetos que empiecen con esa letra, y apuntadlo entre los dos en un bloc de notas. Por la noche, haced recuento de todas las palabras encontradas.
  • Inventa rimas divertidas.
  • Juega con el sonido de las letras. Por ejemplo, haz el sonido de la m y que encuentre la letra en un texto, una vez que la encuentre que lea la palabra entera.
  • Cantad juntos canciones que le guste a tu hijo dando palmas en las sílabas al ritmo de la canción.
  • Jugar a diferentes juegos tradicionales como: el veo–veo, ¿qué ves?, las palabras encadenadas o el teléfono loco en familia.

Potencia la memoria y el vocabulario

Para potenciar la memoria y el vocabulario mediante juegos en casa te propongo algunos consejos:

  • Recordar nombres y apellidos de las personas.
  • Recordad las profesiones de los papás y mamás de sus amigos.
  • Aprender números de teléfono y llamar para comprobar que es correcto y de paso mantener una conversación telefónica.
  • Que te acompañe a comprar y decirle qué tiene que coger y que recuerde dónde localizarlo y que vaya a cogerlo.
  • Aprender los días de la semana y los meses del año.
  • Jugar a las siete diferencias con láminas o dibujos.
  • Poner varios objetos en una mesa, deja un minuto que los mire y después quitar uno o dos objetos para que descubra cuál falta.
  • Jugar a las descripciones y adivinar qué es.
  • Recordar qué hizo el día anterior, qué comió o cenó, etc.

En la lectura

También puedes ayudar a tu hijo en la lectura con estos consejos:

Antes de la lectura:

  • Habla con tu hijo sobre aquello que va a leer y por qué.
  • Que recuerde datos que le ayuden a entender el tema
  • Que se fije en las partes del libro que proporciona información sobre su estructura como el índice.

Durante la lectura:

  • Cuando lea algún apartado, conversa con él sobre aquello que acaba de leer.
  • Anímale para que te pregunte aquello que no entiende.
  • Dale soluciones cuando no comprenda algo, como buscar en el diccionario con tu ayuda una palabra desconocida.

Después de la lectura:

  • Conversa con él sobre lo que ha leído y pregúntale si le ha gustado o no.
  • Si se trata de una lectura para la escuela, puede anotar sus dudas para comentarlas al profesor o profesora en clase.
  • Recordar el vocabulario nuevo.
  • Hacer un resumen de una o dos frases para ordenar la historia o hacer un pequeño esquema.

Otros consejos para ayudar a tu hijo en su lectura

Coordínate con los profesionales de la escuela de tu hijo y sigue sus orientaciones. Es muy importante que familia y escuela vayan siempre en la misma línea.

Atribuye el hábito de la lectura para tu hijo como algo placentero y no como algo impuesto. Diferencia la lectura de la escuela como aprendizaje de la lectura por ocio que quieres habituarle para que potencie su habilidad reflexiva y para que mejore en la lectura a pesar de sus dificultades.

Ofrécele libros de su interés. Aunque pienses que un libro será mejor para él si ves que no le interesa leerlo, no le agobies y deja que elija él lo que quiere leer. Recuerda que tu objetivo es ayudarle a mejorar en la lectura y a potenciar el hábito, no agobiarle en lo que tú crees que es mejor que lea.

Ten paciencia y sé consciente que cada niño tiene un ritmo diferente de aprendizaje.

Da ejemplo y lee también. Lee con él, lee a dos pausas. Como quieras, pero leed de forma habitual y sin hacerlo de forma forzada.

Muestra a tu hijo la utilidad de la lectura, viendo películas subtituladas, leyendo noticias en el periódico, consultado catálogos, leyendo una receta de cocina para después realizarla, leyendo instrucciones para jugar a un juego, escribiéndole notas, dejando notas en la nevera, etc.

Cuando notes a tu hijo cansado o que la situación se vuelve con ansiedad, mejor dejarlo para otro momento.

 

Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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