Aceite de tiburón: para qué sirve y cómo se toma
A diferencia de los peces óseos, los tiburones no tienen vejiga natatoria que los ayude a flotar en el agua. Por el contrario, ellos poseen un hígado con aceites y grasas muy ligeras que los sostiene. Esto lo saben bien los pueblos pescadores del norte de Europa y de Japón, quienes utilizan esos aceites desde hace cientos de años con fines medicinales.
Sin embargo, fue en el siglo XX cuando la comunidad científica investigó ampliamente el aceite de hígado de tiburón y los estudios se extendieron hacia la industria de la belleza. Pero, ¿es realmente efectivo este producto? En el siguiente artículo de unCOMO te explicamos todo lo que debes saber sobre el aceite de tiburón: para qué sirve y cómo se toma.
Índice
Para qué sirve el aceite de tiburón
El aceite de hígado de tiburón posee varios compuestos químicos que son muy beneficiosos para la salud: vitaminas A y D, ácidos grasos omega 3, etc. Pero, además, hay dos sustancias particulares que descubrieron al investigar la composición química de estas grasas y que son especialmente relevantes:
- El escualeno no solo se encuentra en la naturaleza, sino que nuestro cuerpo puede llegar a producirlo. Sin embargo, recibe este nombre debido a que lo descubrieron cuando estudiaban el aceite del hígado del tiburón.
- Por otra parte, los alquilgliceroles también están presentes en la naturaleza e incluso en la leche materna, solo que en el hígado del tiburón hay una mayor concentración (representan casi el 18 % del aceite).
Al parecer, es gracias a estos dos compuestos que el aceite de tiburón posee propiedades terapéuticas útiles en diferentes tipos de enfermedades. Aunque las investigaciones sigan estando en desarrollo, veamos cuáles son los usos más comunes.
Aceite de hígado de tiburón para el cáncer
En 2010, una investigación afirmó que el escualeno es un potente antioxidante con una alta actividad antitumoral en cánceres de piel, colon y pulmón. Se llegó a esta conclusión porque, curiosamente, los tiburones son animales que parecen estar protegidos contra el cáncer, algo que los expertos creen que puede deberse a los alquilgliceroles.
Estos compuestos tienen la sorprendente capacidad de permitir el acceso de fármacos al sistema nervioso central con mucha más facilidad, además de contribuir al sistema inmunitario.
Algunos científicos también afirman que los alquilgliceroles reducen los efectos secundarios de la quimioterapia y el tratamiento con radiación, supuestamente debido a su capacidad de proteger las membranas celulares.
Aceite de hígado de tiburón para el sistema inmunológico
Debido a sus supuestos efectos estimulantes para el sistema inmunológico, cuando hablamos de los beneficios del aceite de tiburón también debemos incluir que muchos expertos que han hablado de los beneficios de los alquilgliceroles para paliar resfriados, la gripe, infecciones crónicas, el asma, la psoriasis e incluso la artritis.
Aceite de hígado de tiburón para la salud cardiovascular
Como todo aceite de pescado, el aceite de hígado de tiburón es útil para la protección de la salud cardíaca y vascular. Podemos afirmar esto gracias a un estudio japonés que, en 2015, concluyó que un consumo adecuado de estas grasas puede llegar a mejorar la elasticidad de la arteria central y la función microvascular periférica.
Aceite de hígado de tiburón para la fertilidad
El aceite de hígado de tiburón contiene altos niveles de vitamina A, que influye en el fluido cervical de las mujeres ayudando a los espermatozoides a viajar hasta el óvulo, y vitamina D, que favorece la producción de estrógenos.
Sin embargo, más allá de estos datos, se desconoce cómo este producto puede ayudar a aumentar la fertilidad y no hay estudios que aseguren al 100% su funcionamiento. Por ello, desde unCOMO te recomendamos que visites este artículo sobre Cómo aumentar la fertilidad femenina.
Aceite de hígado de tiburón para la piel y el cabello
El escualeno tiene la capacidad de disminuir el impacto de la oxidación de los radicales libres en la piel y de protegerla de los daños causados por rayos ultravioletas. Se trata de un producto muy útil para las personas con dermatitis atópica, principalmente por sus propiedades antibacterianas y antifúngicas. Pero, además, se ha demostrado que el aceite de hígado de tiburón es también excelente para reparar con rapidez el cabello seco y sin brillo. Si quieres saber más detalladamente Cuáles son los mejores aceites para la piel, no dejes de visitar este artículo.
Si bien es cierto que hay empresas que agregan aceite de hígado de tiburón a sus productos, en la actualidad hay una tendencia a disminuir su uso y aumentar el de aceites vegetales.
El propósito es importante: se debe proteger a los tiburones de la caza indiscriminada, pues son especies que tardan mucho en madurar y reproducirse y podrían enfrentar a un grave peligro de extinción.
Aceite de hígado de tiburón para los niños
Algunos defensores del aceite sostienen que el aceite de hígado de tiburón es tan beneficioso para los niños como el de bacalao. Hay evidencias que señalan que el aceite de pescado contribuye a la salud cerebral y al crecimiento de los niños, motivo por el cual muchos especialistas defienden la inclusión de este tipo de aceite en la dieta de los más pequeños. Para más información, te proponemos un artículo sobre el Aceite de pescado: para qué sirve y beneficios que te explicará todo lo que debes saber al respecto.
Sin embargo, ningún producto debe administrarse a niños menores de 12 años sin consultar a un pediatra.
Cómo se toma el aceite de tiburón
Ahora que ya conoces las propiedades del aceite de tiburón y sus beneficios, debes saber cómo se toma este producto. Y es que en la actualidad, el aceite de hígado de tiburón se distribuye en frascos que contienen cápsulas blandas. Es necesario aclarar que no hay una dosis estándar, pues dependerá de la edad y constitución de cada persona, así como del problema a tratar.
Sin embargo, la siguiente información puede servirte de guía:
- Niños menores de 12 años: a partir de los 6 meses de edad se empieza a introducir pescado en la dieta de los niños. Por eso, este producto puede resultar útil en casos en los que los bebés no consuman este alimento con regularidad. Eso sí, antes de darle al pequeño este producto, es fundamental acudir al pediatra y consultar con él la posible introducción de este suplemento.
- Personas a partir de los 12 años: en este caso, los fabricantes indican de una a tres capsulas diarias.
Contraindicaciones del aceite de tiburón
Para evitar efectos secundarios del aceite de tiburón, desde unCOMO te recomendamos que las personas que sufren de las siguientes patologías eviten su consumo:
- Enfermedades hepáticas
- Afecciones renales y cálculos
- Exceso en el organismo de vitamina D, calcio y fosfato
- Arteriosclerosis obliterante
Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
Si deseas leer más artículos parecidos a Aceite de tiburón: para qué sirve y cómo se toma, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Medicinas y suplementos .
- Iannitti, T., & Palmieri, B. (2010). An update on the therapeutic role of alkylglycerols. Marine drugs, 8(8), 2267-2300.
- Cheminade, C., Gautier, V., Hichami, A., Allaume, P., Le Lannou, D., & B. Legrand, A. (2002). 1-O-alkylglycerols improve boar sperm motility and fertility. Biology of reproduction, 66(2), 421-428.
- Skopinska-Rozewska, E., Krotkiewski, M., Sommer, E., Rogala, E., Filewska, M., Bialas-Chromiec, B., ... & Skurzak, H. (1999). Inhibitory effect of shark liver oil on cutaneous angiogenesis induced in Balb/c mice by syngeneic sarcoma L-1, human urinary bladder and human kidney tumour cells. Oncology reports, 6(6), 1341-1345.
- Szostak, W. B., & Szostak-Wegierek, D. (2006). Health properties of shark oil. Przeglad lekarski, 63(4), 223-226.
- Fan, K. W., & Chen, F. (2007). Production of high-value products by marine microalgae thraustochytrids. In Bioprocessing for value-added products from renewable resources (pp. 293-323). Elsevier.
