Cómo tratar la lumbalgia

Entre los síntomas de la lumbalgia, destaca el dolor en la zona lumbar: desde las costillas hasta la parte final de la espalda, ya sea en un costado o ambos. Sin embargo, el reposo prolongado resulta contraproducente para el lumbago y dificultará su tratamiento, es por ello que los médicos recomiendan a las personas con lumbalgia mantener la actividad cotidiana y física que les sea posible realizar. Es decir, se debe evitar el reposo en cama a excepción de aquellos casos en los que el dolor incapacita al afectado a mantenerse en otra postura que acostado; así mismo, estos últimos no deberán pasar más de 48 horas seguidas en cama.

El paso anterior no significa que las personas con lumbalgia puedan llevar a cabo ejercicio físico intenso o practicar cualquier deporte, ya que el esfuerzo intenso no es recomendable, sino que se trata de no cesar de golpe la actividad normal. Del mismo modo, existen determinados deportes o prácticas físicas que se recomiendan más que otros, por lo que te recomendamos consultar nuestro artículo acerca de qué deportes puedo hacer si tienes lumbalgia.

A partir de las 4 semanas se pueden realizar ejercicios de flexibilidad y fortalecimiento de la musculatura del tronco. Este tipo de ejercicio puede disminuir la frecuencia e intensidad de las recurrencias. Nunca debe iniciarse el ejercicio en las fases de dolor.

Así mismo, a la hora de tratar la lumbalgia se recomienda aplicar frío y calor de forma alternada sobre la zona afectada para aliviar el dolor y reducir la posible inflamación. Por ello, serán muy apropiadas las compresas calientes o bolsas de agua combinadas con compresas de gel heladas o hielo envuelto en un paño; recuerda que nunca podrás aplicar hielo directamente sobre la piel porque causaría quemaduras por frío excesivo.

Se recomienda evitar esfuerzos innecesarios que pueden producir una recaída en el cuadro y aprender técnicas para levantar pesos y sentarse. Para ello, puede ser muy apropiado iniciar una terapia de reeducación postural, mediante la que fisioterapeutas y especialistas médicos podrán corregir los errores que cometemos al realizar actividades tan cotidianas como sentarnos o caminar.

En algunos casos, es posible que el médico determine un tratamiento farmacológico para tratar la lumbalgia y aliviar su sintomatología. Sin embargo, toda medicación deberá ir bajo prescripción médica y estar supervisada en todo momento. Así pues, existe una gran variedad terapéutica compuesta por cuatro grupos de fármacos: analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos, relajantes musculares y antidepresivos.

Dentro de los analgésicos, el ibuprofeno, paracetamol, diclofenaco y ácido acetil salicílico son los más utilizados y estudiados. Se reserva el uso de analgésicos opiáceos para los casos de dolor severo. Los antiinflamatorios no esteroideos presentan propiedades analgésicas a bajas dosis y antiinflamatorias a dosis mayores siendo beneficiosos en la lumbalgia aguda por su rápido comienzo de acción, siendo los más utilizados naproxeno, piroxicam.

Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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Consejos

• Deberás explicar con detalle a tu médico las características del dolor y la forma de aparición.