Cómo tratar el vómito de sangre

En primer lugar, es importante señalar que la sangre que se vomita puede proceder de cualquier lugar del tracto gastrointestinal superior, este incluye la boca, la faringe, el esófago, el estómago y el duodeno, que es la primera parte del intestino delgado; y que puede presentar un color rojo brillante e incluso uno más oscuro y ligeramente ennegrecido. Además, no se debe confundir esta condición de vomitar grandes cantidades de sangre, denominada médicamente como hematemesis, con la hemoptisis que hace referencia a manchas leves de sangre en el vómito que pueden suceder debido a una hemorragia nasal o a una tos muy fuerte.

Como hemos indicado el vómito de sangre o hematemesis involucra al tracto gastrointestinal y son muchísimos los problemas y afecciones que pueden causarlo. Algunas de las causas más comunes son: úlceras pépticas, problemas en el esófago como varices esofágicas o esofagitis, gastritis, vasos sanguíneos del tubo digestivo dañados, problemas de coagulación de la sangre, tumores que afecten a la boca, la garganta, el estómago o el esófago, entre otras.

Una vez sabido esto, toma en cuenta que el vómito de sangre puede encubrir una dolencia o enfermedad muy grave que ponga en riesgo tu salud, por lo que será imprescindible que visites a tu médico cuanto antes y te sometas a las pruebas oportunas. Además, un paciente que regurgita importantes cantidades de sangre y de forma frecuente debe recibir de inmediato atención sanitaria para que el sangrado excesivo sea detenido y pueda detectarse el origen de la hemorragia.

Así mismo, el tratamiento del vómito de sangre dependerá en cada caso del factor que esté causando dicha condición y del estado en el que se encuentre cada paciente. Por ejemplo, si se debe a varices esofágicas se suele necesitar un tratamiento de ligadura, el cual consiste en cerrar aquellos vasos que sangran mediante una cinta elásticas; o una escleroterapia endoscópica que consiste en inyectar una sustancia esclerosante en el interior de la variz para detener la hemorragia.

En aquellos casos en los que se haya producido una pérdida abundante de sangre, es muy probable que el paciente deba someterse a un tratamiento de urgencia consistente en alguna o algunas de las siguientes intervenciones médicas:

• Colocación de una vía venosa para la suministración de fármacos y lograr compensar todos los líquidos y minerales perdidos con el vómito de sangre.
• Transfusión de sangre o de concentrados de glóbulos rojos.
• Administración de oxígeno.
• Posible intervención quirúrgica en el caso de que el sangrado persista y no pueda detenerse mediante los tratamientos que hemos indicado anteriormente.

Ahora que ya sabes de qué forma se debe tratar el vómito de sangre, recuerda la importancia de solicitar atención médica de inmediato ya que puede ser consecuencia directa de algún problema de salud muy grave. También es fundamental que cuando sientas náuseas, te sientes en un lugar cómodo y trates de tranquilizarte, ya que moverse en exceso o ponerse nervioso podrían acentuar los vómitos. Evita, por el contrario, tumbarte boca arriba en cualquier superficie, ingerir cualquier tipo de alimento o bebida en ese momento, así como tomar cualquier medicamento que no haya sido prescrito por el médico.

Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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