Cómo evitar el síndrome del cuidador

Si eres un cuidador, lo primero que debes tomar en cuenta para evitar el síndrome del cuidador es saber todo sobre la enfermedad que padece la persona que está a tu cargo. Síntomas de emergencia, primeros auxilios, evolución de la enfermedad, etc. Estar al tanto de todo lo relacionado con la enfermedad permitirá que el cuidador se sienta efectivo y útil.

Es comprensible que sientas una responsabilidad muy grande, pero no puedes olvidar que tienes una vida propia. Tus asuntos, responsabilidades, trabajo, familia, amigos no pueden quedar en el olvido por tu función de cuidador. Intenta buscar un equilibrio entre tu vida y tu papel de cuidador para evitar sentirte fatigado y estresado.

Para cumplir el paso anterior y evitar el síndrome del cuidador, es necesario pedir ayuda. Creer que podemos con todo las 24 horas de los siete días a la semana es una de las principales razones por las que los cuidadores adquieren el trastorno. Nadie está preparado para absorber solo tantas responsabilidades. Permítete días de descanso y pide ayuda a algún hermano, amigo o vecino, aunque no lo creas siempre hay alguien dispuesto a echarte una mano.

No te deprimas si descubres que de pronto comienzas a tener pensamientos negativos como: "por qué me tocó a mi esta responsabilidad", "no quiero ser cuidador de nadie"... Es normal que te sientas abrumado y cansado, y esto puede desatar sentimiento de enojo, malestar emocional e ira. En estos casos recuerda que nadie quiere estar enfermo, así que evita demostrar esas emociones negativas a la persona que cuidas y tómate unos minutos para tomar una infusión relajante y disipar el malestar.

El cuidador no tiene quien lo cuide, por lo tanto tú debes cuidar de ti mismo. Un consejo para evitar el síndrome del cuidador es desahogartecuando sientas que no puedes más. A veces la evolución de la enfermedad del enfermo, más las responsabilidades acumuladas y las preocupaciones hacen que la persona cree una coraza y se niegue a drenar sus emociones. Hablar con alguien de confianza y simplemente decirle cómo te sientes con lo que estás viviendo puede ser de gran ayuda para evitar los síntomas psicológicos que se derivan de ser un cuidador.

No descuides tu salud. Chequeos médicos y exámenes no pueden ser pasados por alto por el simple hecho de cuidar a alguien. Tu salud es tan fundamental como la del enfermo y, por esta razón, el cuidador no tiene permiso alguno para ausentarse a sus terapias o citas médicas.

Disfruta el tiempo con el enfermo. Muchas veces el cuidador está tan cansado que no se da cuenta de que el enfermo también está deprimido y se siente culpable. Una opción para que ambas partes salgan favorecidas es pasar tiempo de calidad juntos. Salir a pasear, a tomar un chocolate caliente o simplemente ver la tarde pasar en una plaza puede ser de gran ayuda para la estabilidad emocional de los dos.

No sacrifiques tus actividades. Si te gusta la pintura, la costura o la repostería no dejes de practicarlas. Tener un hobby es ideal para despejar la mente de las preocupaciones y regalarte un momento de enriquecimiento personal. Sea cual sea tu actividad favorita, no dejes de hacerla.

Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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