Cómo curar la conjuntivitis en bebés

Sea cual sea la causa de la conjuntivitis, podrás detectar que tu bebé padece de esta infección si observas la manifestación de los siguientes síntomas:

• Enrojecimiento en los ojos e inflamación de los párpados.
• Lagrimeo continuo.
• Secreción y acumulación de legañas.
• Picor y sensibilidad a la luz.

Ante la sospecha de que tu bebé padece de conjuntivitis, es fundamental visitar al pediatra de inmediato para que determine la causa exacta de la infección y le recete el tratamiento médico más adecuado.

Normalmente, si la conjuntivitis es viral puede desaparecer por sí sola al cabo de unos días, y seguramente el médico te indique cómo debes cuidar los ojos del pequeños para reducir la inflamación y las molestias. Se suele recomendar limpiar los ojos de forma suave con una pequeña gasa empapada en agua tibia o una solución fisiológica esterilizada disponible en farmacias. Deberás utilizar una gasa distinta para cada ojo y realizar la limpieza de dentro hacia fuera, incidiendo sobre todo en aquellos pliegues en los que se acumulan las legañas. En el caso de que pasados dos días, observes que el pequeño no mejora, será conveniente que vuelvas a acudir a su pediatra.

En otras ocasiones, la infección tiene un origen bacteriano y el médico recetará en este caso una pomada o unas gotas antiobióticas específicas para curar la conjuntivitis en bebés. Deberás aplicar el fármaco los días indicados por el especialista, incluso aunque la infección desaparezca con anterioridad, de lo contrario esta podría volver a manifestarse.

Antes y después de aplicar cualquiera de los dos fármacos anteriores, es muy importante que laves bien y desinfectes tus manos. En el caso de la pomada, deberás colocarla justo entre el párpado inferior y el globo ocular, así cuando el pequeño parpadee, la loción entrará en su ojo.

Si, por el contrario, vas a usar las gotas oculares procura aplicarlas en la parte interna del ojo, es decir en la zona del lagrimal. Procura que el aplicador de las gotas no toque los ojos del bebé y guarda el frasco en lugar fresco y libre de humedades.

Además del tratamiento médico para curar la conjuntivitis, como hemos apuntado anteriormente, colocar unas gasas humedecidas en agua tibia sobre los ojos del bebé le ayudarán a sentir un gran alivio y permitirán retirar las secreciones que pueden reducir la efectividad de los medicamentos aplicados.

También es importante que procures que el bebé no frotes sus ojos con las manos, pues la conjuntivitis es altamente contagiosa y, además, podrían empeorar los síntomas. Te recomendamos que durante los días que el pequeño padezca la infección, separes sus prendas de ropa y sábanas del resto de miembros de la familia y las laves de forma independiente.

Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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